“La guerra con Irán acelera la transición hacia un nuevo orden económico mundial” – Miguel Ponce

Mientras el conflicto entre Israel e Irán escala en intensidad y tensión, las consecuencias ya se hacen sentir más allá del terreno militar. El ingeniero Miguel Ponce, experto en comercio exterior y política económica, brindó un detallado análisis del impacto económico y geopolítico de la guerra en el programa Pensando las noticias, donde alertó sobre el riesgo de una recesión global y un nuevo reordenamiento del poder mundial.

“Estamos frente a un conflicto que actúa como un shock exógeno global, afectando directamente tres grandes ejes: los mercados energéticos, la inflación y el crecimiento”, explicó Ponce. Para el analista, la dimensión de esta guerra no puede reducirse al plano regional o ideológico. “Israel está haciendo la tarea sucia que no se animan o no quieren hacer las superpotencias”, sostuvo, en referencia a los intereses cruzados de Rusia, China y Estados Unidos frente a la posibilidad de un Irán nuclear.

Uno de los puntos neurálgicos del conflicto es el Estrecho de Ormuz, por donde transita alrededor del 20% del petróleo mundial y el 30% del querosén. “La gente no toma dimensión: si Irán mina esa zona, el impacto en los precios sería devastador”, advirtió Ponce. De hecho, desde el inicio de las operaciones militares, el precio del crudo Brent ya ha subido un 15% y ronda los 95 dólares por barril.

Además, el analista señaló que “los mercados financieros ya están reaccionando con alta volatilidad, caída de bolsas y búsqueda de refugio en el oro y los bonos del Tesoro estadounidense”. Esta dinámica se combina con un escenario interno complejo para Estados Unidos, donde “la mayor amenaza es una inflación persistente combinada con una desaceleración del consumo, en un contexto de deuda elevada”.

Consultado sobre el papel geopolítico de las potencias, Ponce fue contundente: “Ninguna de ellas, ni siquiera los aliados de Irán como Rusia o China, quieren que Irán tenga armas nucleares. Pero todas juegan con sus propios intereses”. Rusia, por ejemplo, tiene contratos por ocho centrales nucleares con Teherán, y China incluye a Irán en su estratégica Ruta de la Seda.

Finalmente, Ponce subrayó que este conflicto puede estar acelerando una transición global. “Las guerras, como en la química, son catalizadores que precipitan reacciones. Es posible que cuando volvamos a abrir el telón, encontremos otro mundo y con otras reglas. ¿Serán mejores o peores? Yo creo que no hay elementos para ser optimistas”.

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