El director del OIEA, Rafael Grossi, advirtió que la magnitud de la destrucción en Fordow, Isfahán y Natanz aún está bajo evaluación, pero las instalaciones superficiales han quedado arrasadas
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, confirmó este domingo que las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Isfahán y Natanz sufrieron daños significativos como resultado del ataque aéreo lanzado por Estados Unidos. La ofensiva, sin precedentes por el tipo de armamento empleado, incluyó bombas MOP (Massive Ordnance Penetrator) y misiles Tomahawk.
Fordow: impacto sin evaluación completa
En declaraciones a la cadena CNN, Grossi indicó que la instalación subterránea de Fordow, ubicada bajo una montaña para protegerla de ataques aéreos, fue alcanzada por al menos dos bombas MOP, empleadas por primera vez en un escenario de combate. Estas armas están diseñadas para perforar búnkeres reforzados, aunque el diplomático advirtió que aún no se ha determinado el nivel de daño causado en el interior de la planta.
“Existen claras indicaciones de impactos, pero no podemos decir nada sobre el daño que ha provocado en las instalaciones subterráneas”, declaró Grossi.
Natanz: destrucción en superficie y daños críticos
La planta de Natanz, considerada la más emblemática del programa nuclear iraní, también fue blanco del ataque. Grossi confirmó que todas sus instalaciones de superficie quedaron completamente destruidas. Aunque las zonas subterráneas resistieron parcialmente, se han reportado cortes eléctricos prolongados que afectaron los sistemas esenciales de la planta, ubicada en la provincia de Isfahán.
Isfahán: inoperativa tras los misiles
Otro punto estratégico, la instalación de Isfahán, fue alcanzada por misiles Tomahawk, causando lo que Grossi describió como “daños significativos”. Si bien la evaluación técnica detallada aún está pendiente, las primeras inspecciones indican que la planta está prácticamente fuera de servicio.
Obstáculos al monitoreo del OIEA
Grossi advirtió sobre las crecientes dificultades que enfrenta su agencia para obtener información fiable desde Irán. La falta de cooperación por parte de las autoridades iraníes ha restringido el acceso del OIEA, dificultando las labores de verificación y alimentando sospechas sobre la naturaleza de las actividades nucleares de Teherán.
A pesar de estas limitaciones, el organismo de Naciones Unidas continúa en diálogo con el régimen iraní para poder evaluar de forma independiente el estado de las instalaciones atacadas.
Sin aumento de radiación, por ahora
En un parte oficial emitido el domingo, el OIEA confirmó que no se ha detectado ningún aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones nucleares alcanzadas por los misiles. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el impacto a largo plazo de los ataques y sobre la capacidad de Irán para restaurar o mantener su infraestructura nuclear en medio de una crisis geopolítica creciente.
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