En las primeras horas del día, Israel fue blanco de una ofensiva coordinada desde Irán que combinó ataques con drones y misiles balísticos, lo que representó un desafío inédito para las defensas aéreas del país. Esta acción generó múltiples impactos, incluyendo una zona cercana a una central eléctrica en el sur, provocando interrupciones en el suministro eléctrico de localidades próximas.
La táctica iraní buscó saturar el sistema defensivo israelí mediante una secuencia escalonada de ataques dirigidos inicialmente al norte, seguidos por impactos en todo el territorio, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel. Frente a esta situación, las fuerzas israelíes respondieron con ataques aéreos dirigidos a objetivos estratégicos en Teherán, entre ellos la sede de la Guardia Revolucionaria, instalaciones de seguridad y la prisión de Evin, donde se encuentran detenidos opositores políticos.
Los últimos acontecimientos reflejan un momento crítico en el conflicto, marcado por la posibilidad de un desenlace condicionado a la respuesta iraní. Voceros oficiales sugieren que Israel podría limitar sus operaciones si no se produce una escalada desproporcionada, abriendo la puerta a un eventual cese de hostilidades tras la consecución de sus objetivos estratégicos. Sin embargo, analistas señalan que persisten riesgos de prolongación o incluso expansión del conflicto en la región, en un escenario donde la guerra de desgaste podría ser la estrategia preferida por Teherán.
Este contexto revela no solo la complejidad militar sino también las tensiones políticas que enfrentan ambos países, con implicaciones significativas para la estabilidad regional y la seguridad global.
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Conducen: Jonathan Meta, Jesica Neuah y Edy Junovich