Trump llamó la reciente operación militar de Israel y EEUU en Irán ‘La Guerra de los 12 Días’. La alusión a ‘La Guerra de los 6 Días’ de 1967 no podía ser más obvia. ¿Son equiparables?
Al mismo tiempo, hoy son 618 días de ‘la otra guerra’, la guerra en Gaza, la que se inició como consecuencia del pogromo del 7 de octubre de 2023. Me enorgullece que en mi comunidad, la NCI de Montevideo, cada viernes contemos los días y las semanas de esa guerra.
Siguiendo con metáforas bélicas la guerra en Gaza es la madre de todas las guerras. El ataque a Irán de Israel primero y los EEUU después es una consecuencia lógica: doce días que se inscriben en esos seiscientos dieciocho.
Puede ser una raya más al tigre o puede ser la gota que colmó el vaso. El refrán representa cómo cada uno lee la sucesión de los acontecimientos: como una variable más de lo mismo o como un final explosivo.
Sin embargo, el fin es apenas un gemido: porque todavía quedan cincuenta almas rehenes en Gaza y un país, Israel, agotado y harto de la guerra y la incertidumbre. El insomnio de los últimos doce días ya se estaba convirtiendo en fiebre.
A casi sesenta años de aquella guerra (‘la de Los 6 Días’) que cambió para siempre la historia de Israel y la región, seguramente hay mucho revisionismo para hacer. El triunfalismo casi mesiánico de las primeras horas dio lugar, con el correr de los años, a realidades mucho más complejas. Gaza y todo el tema palestino son parte de esas realidades.
Creo que la perspectiva de cinco décadas debería hacernos más sabios y prudentes. Puede ser, de hecho es probable, que en doce días se destruyó si no el total, buena parte de la capacidad nuclear bélica de Irán. La operación militar, tanto de Israel como de los EEUU, ha sido tan fantástica como exitosa.
Creo, no obstante, que sería más prudente y más sobrio seguir contando los días que han pasado desde el 7 de octubre de 2023 y los rehenes que todavía están en cautiverio. Los números no tienen sentimientos, pero quienes manejamos los números sí. Los doce días de Trump son suyos, para ‘su base’, como se dice en términos electorales.
A nuestros efectos, como judíos, israelíes o no, ya sabemos que seis días, o doce días, o dieciocho días, pueden cambiar el giro de la historia. Al mismo tiempo, siempre dejan secuela y nuevas realidades que confrontar. Con más de un siglo de historia judía sionista, creo que debemos pensar más en términos de los 618 días de los rehenes que en los doce días gloriosos de Trump.