A 30 años del atentado contra la sede de la AMIA, la reciente aprobación del juicio en ausencia en Argentina marcó un punto de inflexión para los familiares de las víctimas, en especial para Luis Czyzewski, padre de Paola, asesinada el 18 de julio de 1994. En diálogo con Leo Moumdjian, expresó su emoción y su sentido de misión cumplida: “Cumplí con mi deber y con el mandato que siento que me dio mi hija”.
Llega el juicio en ausencia por el atentado a la AMIA – Radio JAI
La nueva legislación permitirá avanzar en el juzgamiento de los imputados iraníes y libaneses prófugos por el atentado que dejó 85 muertos y más de 300 heridos. Para Czyzewski, la norma corrige una deuda histórica del sistema judicial argentino: “El juicio en ausencia viene a reparar una situación injusta. Equipara el derecho de la víctima con el del victimario”, afirmó.
Durante años, la posibilidad de enjuiciar a quienes no se presentaban voluntariamente ante la justicia estuvo trabada por objeciones políticas y jurídicas. Pero la perseverancia de los familiares, el trabajo conjunto con organizaciones como la DAIA, y la acumulación de pruebas en el expediente allanaron el camino para una resolución que, según Czyzewski, trasciende el ámbito nacional: “Esto tiene mucho para decirle al mundo. Que la Argentina decida avanzar así también es dar un ejemplo”.
Si bien aclaró que el juicio en ausencia no garantiza una condena —“puede haber condena o puede haber absolución”—, destacó que lo fundamental es que “la sociedad pueda llegar a comprender todo lo que hay en el expediente. Hoy las pruebas solo las conocen los que están vinculados a la causa, y eso no es bueno”.
Visiblemente conmovido, y en un tono íntimo, Czyzewski cerró su testimonio con una mezcla de alivio y dignidad: “Por un lado me siento gratificado porque la pelea no fue en vano. Por otro, siento que el mandato que me dio mi hija está cumplido”.
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