Según el New York Times, la empresa privada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sostenido conversaciones preliminares con desarrolladores israelíes para invertir y gestionar el futuro Hotel Sarona en Tel Aviv, que ya está en construcción y se espera que sea el más alto del país.
El acuerdo se gestionó entre Eric Trump, hijo del presidente y vicepresidente ejecutivo de la Trump Organization, y ejecutivos de Nitsba Holdings, empresa responsable del desarrollo del hotel.
El Hotel Sarona, diseñado por el estudio MYS Architects, contará con 800 habitaciones y suites, más que cualquier otro hotel en Israel. Incluirá también restaurantes de alta gama, spas, piscinas y salones de lujo.
El presidente de Nitsba Holdings, Haim Tsuff, declaró que sumar el nombre de Trump al proyecto podría reforzar su solicitud para agregar 12 pisos adicionales, destinados a unidades residenciales de lujo. No obstante, esa modificación requeriría cambiar las normas de zonificación, ya que el edificio se encuentra en una zona sensible bajo la ruta de vuelo hacia el aeropuerto Ben Gurion.
En un comunicado, Eric Trump confirmó los contactos, pero reveló que aún están lejos de alcanzar un acuerdo: “Israel siempre ha sido un mercado que nos encantaría explorar, pero no tenemos planes por ahora. Las discusiones han sido estrictamente preliminares”.
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