“Vivimos con dolor, pero elegimos estar acá”: el testimonio de Ariel Chernisky tras la guerra con Irán

Ariel Chernisky, argentino residente en Israel desde marzo de 2022, forma parte de una familia profundamente ligada al sionismo y al compromiso con la vida judía. Hijo del recordado periodista y militante comunitario Eduardo Chernisky, Ariel decidió junto a sus hermanos emigrar al Estado de Israel, donde hoy todos residen en distintas ciudades. Desde Harish, una joven localidad del centro-norte del país que ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, Chernisky compartió su experiencia en tiempos de guerra, incertidumbre y esperanza.

“Harish fue, dentro de todo, una isla de tranquilidad”, señaló en diálogo con Radio Jai. A diferencia de otras ciudades israelíes más cercanas a zonas de conflicto, allí las alarmas por misiles fueron escasas. “Sacando aquella noche con Irán (del ataque), creo que la sirena sonó dos, tal vez tres veces. Mi hermano, en cambio, vive en Daliyat al-Karmel y ahí sonaban constantemente durante el pico del conflicto con Hezbollah”, explicó.

Desde su llegada a Israel, Ariel trabaja como asistente escolar con niños que presentan dificultades en la comunicación. El proceso de integración, admite, fue complejo, pero también enriquecedor. “Podría contarte los mismos hechos y dejarte llorando por lo difícil que fue, o contártelos y que digas: ‘Mirá cómo se abrieron oportunidades’. Todo depende del lente con el que uno mire”, reflexionó.

Chernisky sostiene que la decisión de emigrar no lo coloca en una posición de víctima, sino como alguien que eligió construir en una tierra con la que siente fuertes lazos históricos, religiosos y culturales. Sobre el actual contexto de conflicto, se muestra crítico con la naturalización del estado de guerra: “Parece que nos acostumbramos. Estamos más atentos a las noticias que a otras cosas. No quiero decir que volvimos a la normalidad, porque no es normal vivir así”.

Frente a los ataques de Irán y la amenaza constante de organizaciones extremistas, Ariel evita hablar de “proxis” y elige otro lenguaje: “Más que proxis, prefiero hablar del mal y de sus secuaces. Están activos hace tiempo”. Sin embargo, mantiene viva la esperanza de un futuro mejor en Medio Oriente. “La historia judía está llena de sufrimientos y desafíos. Pero nunca estuvimos tan unidos. Tenemos un Estado, una sociedad que construye, incluso bajo la guerra. Hay que mirar el futuro con buenos ojos, reconociendo lo bueno que también hay en este presente”.

Chernisky destaca el valor de elegir la mirada con la que se atraviesan las circunstancias. “No se trata solo de lo que nos pasa, sino de cómo decidimos vivirlo. Y yo elijo estar acá”.

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