El gobierno gazatí, controlado por Hamás, prohibió este jueves “tratar, trabajar o proporcionar cualquier tipo de asistencia” a la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), la organización estadounidense a cargo del reparto de comida en la Franja, y amenazó con “la pena máxima” para cualquiera que colabore con la misma.
“Queda estrictamente prohibido tratar, trabajar o proporcionar cualquier tipo de asistencia o cobertura con la fundación americana o sus agentes locales o extranjeros”, decretó el Ministerio del Interior y Seguridad Nacional gazatí en un comunicado.
Las autoridades gazatíes anunciaron la imposición de “las penas máximas estipuladas en la legislación nacional aplicable”, que desde el comienzo de la ofensiva israelí en Gaza es de facto la pena de muerte, para toda persona que coopere con la organización estadounidense.
El aviso del Ministerio del Interior advierte contra la colaboración “directa o indirecta” con la GHF “bajo ningún nombre ni circunstancia”.
Según Hamás, la decisión adoptada es en base a las disposiciones del Código Penal Palestino y la Ley Revolucionaria Palestina, que penalizan la cooperación con el enemigo o la participación en actividades que directa o indirectamente contribuyan a sus objetivos terroristas.
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