Con el fin de los combates en Irán, el presidente Trump está considerando si debe buscar un nuevo acuerdo nuclear con Teherán. También está instando a un nuevo acuerdo de alto al fuego en Gaza.
El lunes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunirá en Washington con el presidente Donald Trump, en un encuentro en el que cada uno impulsará sus propias prioridades sobre Gaza, Irán y otras cuestiones críticas en Medio Oriente.
Trump quiere conseguir un acuerdo de alto al fuego en Gaza para poner fin a los enfrentamientos entre Israel y Hamás. Tanto Netanyahu como Hamás han puesto obstáculos. Hamás quiere garantías sólidas de que las conversaciones conducirán a un final permanente de la guerra y Netanyahu ha prometido continuar la lucha hasta eliminar a Hamás.
Netanyahu, tras los ataques israelíes y estadounidenses contra Irán en junio, debe enfrentarse al deseo de Trump de buscar un acuerdo diplomático con Irán sobre su programa nuclear, una cuestión que desde hace tiempo ve con recelo.
Muchos en Israel y Gaza esperan que la reunión de Netanyahu con Trump allane el camino hacia una nueva tregua que ponga fin a 21 meses de guerra y libere a los rehenes que siguen retenidos allí a cambio de prisioneros palestinos.
Israel y Hamás han acordado anteriormente dos altos al fuego de corta duración. El más reciente al que Israel puso fin a mediados de marzo, supuso la liberación de más de 1500 prisioneros palestinos a cambio de 30 rehenes y los cuerpos de otros ocho.
Trump ha dicho que Israel y Hamás podrían llegar a un nuevo acuerdo esta misma semana, pero los anteriores esfuerzos por lograr un alto al fuego general han fracasado. La discusión que más recientemente se ha discutido estipula una tregua de 60 días durante la cual ambas partes negociarían el fin de la guerra.
Ahora, tanto Israel como Hamás podrían tener motivos para acordar una tregua temporal. Mientras el avión de Netanyahu se dirigía al oeste, a Washington, los negociadores israelíes viajaron hacia el este, al emirato de Catar, en el golfo, para mantener conversaciones indirectas con Hamás sobre los detalles del acuerdo.

Netanyahu, animado por lo que los israelíes consideran un ataque exitoso en Irán, puede tener ahora mayor flexibilidad para hacer concesiones difíciles en Gaza. Hamás no quiere que los gazatíes —que han soportado casi dos años de ataques mortales y hambre— le echen la culpa por desairar una tregua.
Más de 57.000 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes. La guerra comenzó con el asalto de Hamás a Israel en octubre de 2023, en el que murieron unas 1200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes. Unos 50 rehenes permanecen en Gaza, cerca de 20 de ellos con vida, según las autoridades israelíes.
Pero garantizar el fin permanente de la guerra será mucho más difícil.
Netanyahu ha prometido no poner fin a la guerra antes de la eliminación de Hamás. Hamás se ha negado a liberar a todos los rehenes restantes a menos que Israel retire sus fuerzas y acceda a dejar efectivamente a Hamás el control de Gaza.
Las esperanzas de Netanyahu de llegar a un acuerdo regional
Una gran incógnita es si Trump es capaz de ofrecer lo suficiente para conseguir tanto la tregua de 60 días como el alto al fuego permanente.
Funcionarios estadounidenses han esperado hacer más atractivo el acuerdo para Netanyahu al vincular el fin de la guerra en Gaza con una posible reestructuración diplomática en Medio Oriente que, en última instancia, haría que los países árabes estrecharan formalmente sus lazos con Israel.
Pero es poco probable que Arabia Saudita, como otros Estados árabes, acepte normalizar las relaciones con Israel a menos que se ponga fin a la guerra de Gaza. Riad también ha exigido a Washington un precio muy alto, que incluye un programa nuclear civil y un pacto de defensa, antes de aceptar normalizar los lazos.
Además, Siria e Israel participan en conversaciones “significativas” a través de Estados Unidos, las cuales pretenden restablecer la calma a lo largo de su frontera, dijo la semana pasada en una entrevista Thomas Barrack Jr. uno de los principales enviados del presidente Trump a Medio Oriente.
Conversaciones nucleares con Irán
Netanyahu y Trump también hablarán de los esfuerzos estadounidenses por elaborar un nuevo acuerdo con Irán sobre el programa nuclear del país, tras los ataques conjuntos de Estados Unidos e Israel del mes pasado.
“Estamos trabajando en muchas cosas con Israel, y una de ellas es probablemente un acuerdo permanente con Irán. Tienen que renunciar a todas las cosas que ustedes conocen tan bien”, declaró Trump a los periodistas el domingo.
Mientras Trump estudia un nuevo pacto nuclear con Irán, Netanyahu ha visto desde hace tiempo cualquier acuerdo con Teherán con enorme recelo. Estuvo en contra del anterior acuerdo liderado por Estados Unidos con Irán, del que Trump se retiró en 2018.

Antes de que Israel comenzara a atacar Irán el 13 de junio, el gobierno de Trump había celebrado repetidas rondas de negociaciones con funcionarios iraníes sobre el futuro de su programa nuclear. En el conflicto posterior, Estados Unidos se sumó al bombardear tres instalaciones nucleares iraníes.
Ha habido valoraciones contradictorias sobre lo que consiguió ese ataque. Mientras que el Pentágono dijo que Irán había retrocedido entre uno y dos años, otros, incluido el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, dijeron que Irán podría empezar a enriquecer uranio de nuevo en cuestión de meses.
Por: Aaron Boxerman, the new york times
Aaron Boxerman es reportero que cubre Israel y Gaza. Radica en Jerusalén.
