El vínculo entre Estados Unidos e Israel ha experimentado una transformación significativa durante la administración de Donald Trump, que marcó un cambio de rumbo en la política exterior norteamericana. Sergio Berensztein, analista político con profundo conocimiento de la idiosincrasia estadounidense y la política internacional, desglosó en Radio Jai las claves de esta relación y sus implicancias.
“Estados Unidos cambió una política de muchísimo tiempo y se involucró directamente en Medio Oriente con el apoyo a Israel en su contención del programa nuclear iraní”, señaló Berensztein. Más allá del impacto militar, explicó, “lo importante acá es el gesto de intervenir y de verbalizar esta decisión política… una ratificación de una alianza que modifica el equilibrio de poder en Medio Oriente”.
El analista destacó la habilidad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para mantener una relación estrecha con Trump, apelando a “manejar los egos del otro, saber seducir, saber persuadir… para lograr cosas que de otro modo no son posibles”.
Una de las perspectivas más interesantes del análisis fue la importancia que tiene la dimensión emocional en la política internacional. Citando al economista y psicólogo Daniel Kahneman, Berensztein remarcó que “muchas veces decidimos con el estómago, con impresiones… la política está hecha no solo de intereses racionales sino también de sensaciones y confianza interpersonal”. Según él, en Trump “los vínculos personales son muy importantes” y eso influye en la toma de decisiones en Washington.
Pese a esta cercanía, Israel mantiene cierta autonomía estratégica en sus acciones, incluso frente al apoyo estadounidense. Berensztein destacó que “Israel tuvo márgenes de maniobra que eran impensables en otro contexto” y que “la supervivencia como nación es lo que está en juego”, citando la reciente operación militar contra Irán como ejemplo de una decisión soberana.
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