“He aquí un pueblo que se levanta como león fuerte, y como León se yergue; no se acostará sino hasta que consuma la presa y beba la sangre de los muertos”.
Números, capítulo 23, versículo 24
Parashat Balak
Los caminos de Hashem son misteriosos, y obvio no son nuestros senderos.
¿Y cómo podríamos comprender cabalmente al infinito que se oculta tras el ropaje de aquello que los humanos denominamos naturaleza?
Los enemigos se unen.
Hoy como ayer, los moabitas y medianitas dejan de lado sus diferencias para unirse contra Israel.
En nuestro presente de igual forma, una izquierda atea y mercenaria, unida en perverso matrimonio con el islam radical a los fines de demonizar al Estado de Israel y a los judíos todos.
El poder de la palabra.
Un brujo en la soledad de lo alto, encuentra sintonía con un presente donde ya no se cuidan ni las formas. Toda la propaganda es explícita y abierta.
Asesinar judíos, sin miramientos ni compasión.
Poder hacer desaparecer “al pueblo elegido” y sumir al mundo en el caos y en el terror total.
En resumen, el Califato global, en una oscura vuelta a la Edad Media.
¿El tiro por la culata?
Estamos viviendo tiempos históricos y puede que finales.
Muchos enemigos mordieron el polvo, aunque el precio fue y es elevado.
Tantas veces, los humanos ignoramos que se está preparando “en la cocina de arriba”. Y las decisiones que se toman desde lo alto. El capítulo que leímos nos enseña mucho del tópico
Final.
Para concluir, solo somos peones del maestro de todos los maestros. Solo nos movemos como decide el Anciano de los días.
Y cerramos el círculo. El 7-10 han despertado al león. Han despertado al gigante dormido.
Dolor y milagros pasan ante nuestros ojos en estos días.
¿Será esta la temida guerra de Gog y Magog o solo su antesala?
¿Podremos ver aquello que anhelaron generaciones?
El elegido, y salvador, que montado en un burro pudiendo franquear la puerta cerrada (la puerta dorada o de la misericordia). Derribando todos los obstáculos, e iniciando una nueva era estableciendo definitivamente la justicia, la compasión, y la paz, en un mundo que ha experimentado, pero no ha aprendido la lección.
Puede que D’os haya acelerado el reloj de la historia y las manecillas giran a mayor velocidad a cada instante.
El futuro tan aguardado y temido ha llegado. La incertidumbre de lo nuevo. Solo resta orar y esperar.
Tzom Kal.
17 de Tamuz
Dr. Natalio Daitch
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