Francisco Gil White, antropólogo mexicano y académico expulsado de la Universidad de Pennsylvania, visitó Argentina y reafirmó su compromiso con la defensa del pueblo judío.
En una entrevista con Radio Jai, explicó por qué considera que la causa judía está íntimamente ligada a la supervivencia de los valores democráticos occidentales. Explicó que no defiende al pueblo judío por altruismo sino por autodefensa.
El antropólogo abordó sin ambigüedades temas sensibles como el antisemitismo, el colapso de los sistemas democráticos occidentales y la política israelí respecto a los Acuerdos de Oslo. “La salud del pueblo judío es la salud de Occidente. Todo lo que valoramos—la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión—tiene origen en la tradición judeocristiana, y antes que cristiana, es judía,” sostuvo el investigador.
Consultado sobre por qué, siendo no judío, dedica su carrera a la defensa del pueblo judío, Gil White expresó asombro, a su vez, de que esto resulte asombroso. “Hay mucha gente no árabe que milita por la causa palestina. Sin embargo, cuando uno defiende a los judíos, hasta los propios judíos se asombran.” Eso, dijo, es un síntoma del antisemitismo profundamente arraigado en Occidente.
Uno de los pasajes más contundentes de la entrevista llegó cuando denunció que fue despedido de su cargo académico en Estados Unidos por publicar una investigación sobre las raíces nazis del movimiento árabe palestino. El padre fundador del movimiento árabe palestino, Hajj Amin al-Husseini, fue un alto nazi que, entre otros crímenes, dirigió junto con Adolfo Eichmann los campos de exterminio de los nazis alemanes. Husseini es el fundador de Al Fatah, que se comió a la OLP, y que, gracias al proceso de Oslo, fue insertada en territorio militarmente estratégico de Israel. “Ahora la llamamos ‘Autoridad Palestina,’ ” explicó. Cuando publicó, con estos detalles bien documentados, una historia del movimiento árabe palestino, en la Universidad de Pennsylvania, “me dijeron que mi documentación era ‘impecable,’ pero que esto no se podía decir.” Y lo echaron.
También lanzó Gil-White duras críticas contra la política comunicacional del Estado de Israel: “Nadie hace peor trabajo de defensa del Estado de Israel que el gobierno israelí. Si el Mossad me hubiera reclutado, como acusan algunos, hoy estaría mucho mejor financiado. Pero de hecho mi trabajo es criticar al Mossad, y al resto del gobierno israelí, porque no están defienden como debieran a los israelíes.” Inclusive dijo que considera “traidores” a los gobernantes israelíes.
Gil White cerró su intervención con una advertencia contundente: “La historia demuestra que siempre que se persigue a los judíos, los no judíos somos esclavizados.” El antisemitismo es el canario en la mina de la civilización occidental, dijo. Si los judíos caen, todos los occidentales caerán también, como sucedió, de hecho, en la Segunda Guerra Mundial.
Su paso por la Argentina dejó una reflexión que trasciende lo académico y se instala en el plano político y cultural: el pueblo judía, más que una comunidad religiosa o étnica, es, para Gil White, el corazón espiritual de una civilización en grave peligro.
Francisco Gil White: “Occidente es al mismo tiempo semitista y antisemita” – Radio JAI
Escuche a Gil White.