Tras el trágico ataque en el que un leopardo persa mató al cuidador Uriel Nuri, de 26 años, el Zoológico Bíblico de Jerusalén permanece cerrado al público. La dirección del parque confirmó que el animal no será sacrificado, mientras continúa la investigación para esclarecer lo ocurrido.
El incidente tuvo lugar el viernes, cuando Nuri se encontraba preparando una actividad de enriquecimiento ambiental en el patio exterior del recinto de los leopardos. Según testigos, el felino ya se encontraba en el área cuando el cuidador ingresó, contradiciendo la versión inicial de que el animal había salido de su zona cerrada.
“El leopardo estaba en el patio todo el tiempo. Uriel entró y no había ninguna barrera entre ellos”, relató una visitante.
El director de cuidadores del zoológico, Ariel Kedem, expresó el dolor del equipo por la pérdida, pero defendió al leopardo: “Los animales actúan como animales. No los culpamos. Está con el otro leopardo, en su refugio, y ambos están siendo tratados con normalidad”.
Kedem también señaló que están revisando las cámaras de seguridad y recolectando testimonios para entender exactamente qué falló: “Todavía es muy pronto para saber qué pasó. Estamos analizando todo con mucho cuidado”.
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