Rab. Mario Rojzman: cómo el legado de sus padres artistas marcó su destino

En una extensa y emotiva entrevista concedida a Radio Jai, el rabino Mario Rojzman repasó su vida familiar, su recorrido espiritual y rabínico, y su mirada sobre los desafíos contemporáneos del pueblo judío. Desde sus orígenes marcados por una fuerte herencia artística y el trauma del Holocausto, hasta su actual rol en una de las sinagogas más influyentes de Miami, Rojzman ofreció una reflexión honesta y profunda sobre identidad, memoria y comunidad.

Recordando a su padre Henri Gerro, quien fuera soldado del ejército ruso y más tarde una figura destacada del teatro ídish en París, Buenos Aires y el mundo, Rojzman relató: “Mi papá llega en 1945 a su ciudad y se encuentra con un desastre: le mataron a su mamá, a sus tíos, a todos sus hermanos. No quedó nadie más”. Ese pasado trágico no fue impedimento para que su progenitor se reinventara y diera vida a una carrera artística que “reconstruyó cultura judía desde la dignidad”.

La herencia de sus padres – su mamá fue la gran Rosita Londner – marcó su identidad, pero también su decisión de ser rabino. A los 18 años luego del fallecimiento de su padre con el que iban al templo de la calle Libertad a escuchar al mítico jazán y artista, su amigo Leiblele Swartz, decide ir a la comunidad Bet El para decir Kadish. Lloré toda la Tefiláh que me impresionó. Mujeres y hombres juntos y sobre todo la figura del Rabino Marshal Meyer. Al final del servicio Marshal iba a la puerta y saludaba a cada uno. Cuando me saluda me pregunta por quién yo dije Kadish. Al responderle por mi Papa me toma del hombro y me dice te vienes a cenar en casa, deja de saludar a los “importantes” y me lleva a su mesa de Shabat. En ese momento decidí que quería ser como ese Rabino y dedicar mi vida al servicio de mi pueblo. El lunes me inscribía en el Seminario Rabínico, aunque confesó que no encontró allí el nivel espiritual que buscaba. “Yo fui un alumno espiritual, no académico. Nunca estuve en un aula con él. Le pedí luego de escuchar que los estudios eran 5 años en Buenos Aires y el último en Israel si yo podía hacerlo a la inversa 5 en Israel y luego uno en Buenos Aires. Me becaron y estudié 5 años en la universidad Hebrea de Jerusalem y finalmente fui ordenado Rabino. Yo le debo mi formación a aquellos que invirtieron en mí entre otros la escuela Bialik donde venía anualmente para Iamim Noraim y hacer los benei Mitzvá. Mi primer puesto como Rabino fue en esa escuela donde me designaron con mis 26 años director general del Shule. Una locura señala. Rápidamente me di cuenta que me quedaba grande.

La vida de “Moishe” continua cuando lo invitan a ir como rabino de juventud a Majané Ramáh de Bet el luego del mismo los chicos piden su continuidad y así ingresa en la comunidad como el segundo del Rabino Baruj Plavnik Z.L. Baruj luego de un poco más de un año emprende un proyecto propio y me quedo a cargo solo de Bet El. En el tiempo se incorpora el Rabino Daniel Goldman. Su tarea en la comunidad duró 11 años y cerró de una manera poco feliz cuando lo invitan a participar de un espacio político nacional y la institución a la que le había dedicado alma y vida le pagan de la peor manera cuando ya tenía 5 hijos.

Llega el momento de buscar nuevos rumbos, llega a Miami y recuerda las difíciles experiencias del inicio de ese periplo donde convoca a los “pobres argentinos” que habían llegado buscando como el un futuro.

Pasa el tiempo y el rabino Rojzman se consolida como figura espiritual desde hace 23 años que lidera Beth Torah en Miami. Allí recuerda haber recibido con generosidad del Rabino hoy emérito a los migrantes, señalando que “si eras argentino, le daban automáticamente el 50% de beca a los alumnos en la escuela. Así, entre otras cosas, creció la comunidad”.

El Rab. Rojzman también tocó temas actuales como el conflicto en Medio Oriente, el antisemitismo y la reconstrucción del tejido social israelí tras el ataque del 7 de octubre. “Hay una generación entera de israelíes que caminan sin una pierna, sin un brazo, con la cabeza lastimada. Pero también hay una sociedad civil que salió a la calle cuando el gobierno no estaba”, reflexionó.

Con una visión crítica y sin concesiones, el rabino advirtió sobre la superficialidad de ciertos gestos religiosos. Yo he encontrado una comunidad ortodoxa muy bella, de grandes valores que viven incluso de manera muy austera. Son los primeros que son agredidos en New York y otras partes. Se publicita la mitad de los acontecimientos, señala.

Ahora en paralelo advierte “Una kipá vale un dólar y una barba crece en un mes, así que ojo con lo que parece y no es”. Cuando me preguntan por qué no soy ortodoxo, digo entre otras cosas sobre todo después del 7 de octubre donde hay un despertar de interés como nunca por estudiar Toráh porque me cuesta decir tantos no, en un mundo que nos dice tantos no. Yo quiero abrir la carpa a todos los que buscan en la identidad judía. señala.

Consultado sobre las diferencias entre la comunidad judía de Buenos Aires y la de Miami señala el respeto por lo que hacen las otras instituciones y donde cada una cumple su misión sin que la otra intente duplicar y superponer actividades e iniciativas. La tarea profesional y el respeto a la misma por parte de todos. Roijzman ve en el 7 de octubre un momento de inflexión y ni hablar de los ataques antisemitas en Estados Unidos.

Entre muchas miradas para reflexionar cierra con esperanza: “Cuando una liga árabe te dice que Hamas tiene que desaparecer, cuando Jordania y Egipto defienden a Israel del ataque de misiles, eso es nuevo. No lo minimicemos” concluyó.

Escuche la entrevista completa.

“El 7 de octubre fue una muestra de lo que es el pueblo judío cuando no hay Israel” – Rabino Mario Rojzman

Hamás nos hizo probar un poquito de Shoá- Rab Mario Rojzman

Antisemitismo, solidaridad y esperanza – Rab. Mario Rojzman