Claude Lévi-Strauss: Padre del estructuralismo antropológico

Hoy recordaremos a Claude Lévi-Strauss, antropólogo, etnólogo y etnógrafo judío francés, considerado el padre del estructuralismo antropológico, corriente que revolucionó el estudio de las culturas humanas.

Nació el 28 de noviembre de 1908 en Bruselas, Bélgica, en una familia judeo-francesa de tradición intelectual y artística. Su padre, Raymond, era pintor retratista, y su madre, Emma, provenía de una familia de músicos.

Durante su infancia vivió en París, donde desarrolló una temprana inclinación por la literatura, la música y la filosofía. Estudió Derecho y Filosofía en la Sorbona, y fue en 1935 cuando viajó a Brasil como profesor de Sociología en la Universidad de São Paulo, donde comenzó a interesarse por las culturas indígenas de la Amazonia y realizó expediciones etnográficas entre algunas tribus indígenas, recogiendo datos que más tarde serían fundamentales para sus teorías.

En 1940, de regreso en Europa, con la invasión nazi a Francia y debido a su origen judío, abandonó el país y escapó a Nueva York, donde fue nombrado profesor y conoció a otros ilustres intelectuales exiliados, como Román Jakobson, destacadísimo lingüista judío ruso que influyó profundamente en Lévi-Strauss en su enfoque estructuralista. Este enfoque sostiene que las culturas humanas poseen estructuras universales, como si fueran un lenguaje que se puede descifrar.

Analiza mitos, parentescos, rituales y tabúes buscando patrones comunes. Su obra fue una ruptura con el evolucionismo de la antropología anterior.

Nunca olvidó su infancia en París, donde su padre se enfrentó con las limitaciones impuestas por la guerra y el antisemitismo. Aunque Claude no se formó en un marco religioso, mantuvo la conciencia de su identidad judía, sumada a la creciente hostilidad en Europa, a donde había regresado justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue movilizado como soldado, pero su condición de judío lo puso en situación vulnerable cuando Francia fue invadida por Alemania y el régimen de Vichy comenzó a aplicar leyes antijudías, por lo cual quedó marginado del sistema universitario y en peligro de arresto. Es en ese momento que se escapa a Estados Unidos, como dijimos más arriba, con una visa obtenida gracias a la ayuda de organizaciones como la Emergency Rescue. Allí vivió en un ambiente multicultural de exiliados, en su mayoría judíos, lo que reforzó su sentido de pertenencia a una diáspora intelectual.

Su identidad judía sigue presente en su memoria histórica, aunque no en forma religiosa, sino cultural. El trasfondo de movilidad y desplazamiento, algo característico de la experiencia judía, lo familiarizó desde joven con la idea de que la identidad no es fija, sino moldeada por múltiples contextos.

El ascenso del nazismo no solo lo expulsó de Francia, sino que lo hizo repensar las condiciones de supervivencia cultural, sobre cómo los pueblos pueden ser destruidos o asimilados por la fuerza. En su método estructuralista buscaba estructuras universales, lo que puede leerse como una respuesta intelectual al racismo y al antisemitismo: la afirmación de que las diferencias superficiales no niegan la igualdad de la humanidad.

Claude Lévi-Strauss no fue practicante del judaísmo, pero mantuvo un orgullo intelectual y cultural por su herencia. Su defensa al pluralismo y su reconocimiento de que toda cultura, por pequeña que parezca, es portadora de un patrimonio simbólico valioso, fue un principio que resonaba profundamente con la historia de la diáspora judía.

El famosísimo antropólogo vivió en carne propia lo que estudiaba: cómo las culturas sobreviven, se transforman o desaparecen bajo la presión de fuerzas externas. Su vida y pensamiento fueron en gran parte una respuesta intelectual al desarraigo y al antisemitismo que marcaron el siglo XX.

Claude Lévi-Strauss murió en París a los 100 años, dejando una obra que, sin proclamas políticas, es un manifiesto intelectual por la dignidad de todas las culturas, incluida la judía. Él es el antropólogo universal con memoria judía. Su vida y obra son una defensa indirecta, pero poderosa, del derecho de los judíos a existir, a preservar su memoria y a ser reconocidos como parte integral de la humanidad: a existir, recordar y aportar su voz en el coro humano.

 

Investigación y redacción para Radio Jai Marta Arinoviche