La aflicción de Sión. Reflexión.

¡Oh Afligida, atormentada, que no ha sido consolada! He aquí que colocaré gemas como piedras para tu suelo y te cimentaré con zafiros.
Isaías 54 – 11 Haftará de Parashat Reé.

El alma individual y colectiva.
El texto bíblico combina de forma magistral lo textual con lo metafórico. Y da lugar a múltiples comentarios e interpretaciones.

Jerusalén ha sido por siglos la meta de muchas generaciones que anhelaron llegar a ella.

En este punto se combina la ciudad soñada y anhelada. El deseo de redención final, y la ciudad física y real.

El fin de todos los exilios, la venida del Mashíaj o salvador y la reconstrucción del Sagrado Templo. Que es el punto de contacto o de conexión elegido y eterno entre el judío y la Divinidad.

Eretz Israel.

Y el deseo de hallar ese solar de paz espiritual y material, que cristaliza el palpitar de miles de corazones que desean llegar a ese “punto” o a ese “sitio”, que no puede ser reemplazado por cualquier otro lugar de cualquier lugar (por más bonito que sea), en todo el orbe.

Y entonces nuevamente Isaías 54-12: “Yo fijaré tus ventanales con rubíes y construiré tus portones con diamantes, y todas tus fronteras con piedras preciosas”.

7-10. Reflexión final.

Ayer el Rabino de la congregación expuso frente al inició del mes de Elul el tópico de odio gratuito.

En este mes denominado de la misericordia, debemos repensar que sucedía en Israel antes del 7 de octubre 2023. 

Un nuevo remake de la historia de Kamtza y Bar- kamtza.

Manifestaciones multitudinarias, violencia verbal y física entre hermanos nunca antes vista desde 1948.

Hamás aprovechó, o lo peor D’os nos soltó la mano.

Las bendiciones proféticas de redención, también necesitan de un cierto tipo de conducta y de una forma especial de tratarnos y de respeto los unos a los otros.

Aún en las diásporas y dentro de nuestra comunidad criolla existen tópicos endógenos que requieren solución inmediata y cirugía radical. Y cito al Salmista: “hay de aquel que edificare su casa sin justicia”.

Existe esta precondición, ya que nada es gratuito a los ojos del infinito.

Y la Shejiná (la parte más cercana de Hashem al ser humano) no puede nunca residir inmerso en una sociedad donde reina la disputa, y la animosidad y el orgullo y toda clase de injusticias.

Justamente, el capítulo semanal de la Torá, leído este último Shabat es Reé que significa “mirar o ver” lo que pasó.

Si el camino de antes fue el equivocado, hay que rectificar el rumbo.

Como dice el Rey David en el Salmo 23 o del buen Pastor: “tu vara y tu bastón ellas me consolarán”.

Para concluir: pidamos siempre el bastón para ser apoyados, y no la vara o el palo para ser escarmentados.

De esta forma, seguramente se cumplirán estas hermosas y bellas profecías pronto en nuestros días. Donde habrá paz interior en cada alma individual, y en general fronteras seguras e impenetrables en lo general o colectivo.

Amén.

Shavua Tov.
Jodesh Tov.

Dr. Natalio Daitch 

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