El hallazgo de un cuadro en Mar del Plata volvió a poner en foco la historia de Friedrich Kadgien, un abogado, empresario y financista vinculado al nazismo que vivió en Argentina durante más de dos décadas con su nombre real. Marcelo García, periodista de investigación especializado en el nazismo y su presencia en Sudamérica, detalló el papel de este personaje en la maquinaria económica del Tercer Reich.

“Kadgien no era un jerarca nazi, pero sí un peso pesado en el engranaje del espolio de recursos y obras de arte en las zonas ocupadas”, explicó García. “Representaba el plan de 4 años ideado por Hitler y participaba de manera directa en la apropiación de bienes estratégicos para el Reich”.

El plan económico que Kadgien supervisaba entre 1936 y 1940 buscaba aprovechar recursos naturales y bienes culturales en los territorios ocupados, desde obras de arte hasta joyas y mobiliario. Su rol incluía la participación en empresas creadas para canalizar este saqueo, como la Continental Oil, que según García, “fue manejada por uno de los arquitectos económicos de Hitler para apropiarse de bienes en los territorios ocupados”.

Kadgien llegó a Argentina en 1951 en el marco de un sistema que permitió la entrada de nazis fugitivos, promovido y facilitado por el gobierno de Juan Domingo Perón. Según García, “entró con su nombre real y vivió abiertamente en Mar del Plata hasta su fallecimiento en 1978. Esto demuestra que muchos de estos personajes pudieron permanecer impunes, incluso con la protección de distintas autoridades argentinas”.

El hallazgo del cuadro, que pertenecía al italiano Giuseppe Ghislandi, es solo una muestra del espolio que Kadgien pudo haber traído consigo. García puntualiza: “Es muy posible que no sea la única obra que ingresó al país con él. Documentos de la época muestran que también hubo tráfico de diamantes y otros bienes de alto valor” concluyó.
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