Batia Nemirovsky: “Humanizar la educación es el desafío principal para los docentes del siglo XXI”

Batia Nemirovsky es un nombre que resuena en la educación judía argentina. Desde muy joven, supo que su vocación estaba en la docencia, influenciada por maestros que transmitían conocimientos con amor y cuidaban la singularidad de cada alumno. “Tuve muchos maestros inspiradores… creo que ahí de alguna manera por una cuestión de identificación con esas docentes que transmitían con amor, que cuidaban… esa fue mi primera inspiración”, recuerda Nemirovsky.

Su formación temprana fue acompañada de referentes que dejaron huella en su vida personal y profesional. Uno de ellos fue Abraham Platkin, quien además le ofreció el nombre con el que se identifica hoy: Batia. “En el recreo hablamos y nos pusimos a charlar… Entonces me dijo, ‘Podemos llamarte Batia’. Y ahí fue que Abraham me ofreció el nombre que yo elegí para mí. Y en verdad, me encanta que me digan Batia más que Beatriz, porque siento que en Batia se resume mucho de lo que soy y de lo que siento por mi propia identidad”, afirma.

Sobre el rol del maestro, Nemirovsky subraya la importancia de la pasión y la humildad. “Un maestro tiene que tener pasión por transmitir y tiene que tener también la capacidad de seguir preguntándose todo el tiempo… sentir que tiene para dar, pero tiene mucho más para recibir”, explica. Para ella, la enseñanza no es unidireccional, sino un proceso compartido donde alumnos y docentes aprenden juntos.

En cuanto a los desafíos actuales, la exdirectora del Vaad Hajinuj Hamerkazi señala que la educación debe adaptarse a los cambios tecnológicos sin perder su esencia humana. “Creo que falta empezar a humanizar la educación… mirar al otro en su diferencia con nosotros y entender que esas diferencias solo nos enriquecen”, asegura. Además, destaca la necesidad de enseñar valores y de reflexionar junto a los alumnos sobre quiénes somos y qué queremos ser.

Finalmente, Nemirovsky analiza la situación de la educación judía en Argentina y señala que la pérdida de referentes y la falta de participación de los educadores en decisiones comunitarias han debilitado la pedagogía. “Todo esto empieza cuando los profesionales que creemos en la educación dejamos de luchar por estos ideales y nos dejamos llevar por las dirigencias de turno… Los efectos de las decisiones que ustedes toman después se ven mucho más adelante”, concluye, destacando la importancia de escuchar y valorar la voz de quienes están al frente de la enseñanza.

Escuche la entrevista completa.

“La crisis de la educación judía en la Argentina comenzó con el cierre de los institutos de formación” Batia Nemirovsky

Ex presidente de Amia apoya la candidatura de Batia Nemirovsky

AMIA tendrá por primera vez una candidata mujer