El diagnóstico de Borrell
El ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, lanzó un mensaje contundente: “Rusia tiene un solo ejército, mientras que la Unión Europea cuenta con 27 que están muy bien para hacer desfiles, pero no sirven para según qué cosas”.
Según Borrell, Europa se encuentra en un momento decisivo en el que debe replantearse su seguridad. El creciente desinterés de Estados Unidos por asumir el rol de garante en la defensa continental y el cambio del equilibrio global de poder obligan a los europeos a mirar hacia dentro.
Dependencia y fragmentación
Borrell subrayó la debilidad industrial del continente. Señaló que dos tercios del material militar europeo se compra fuera, y aunque el gasto agregado de los 27 supera por cuatro a Rusia, la falta de coordinación resta efectividad.
El político español remarcó que cada país conserva su ejército por considerarlo un símbolo último de soberanía. Sin embargo, esa dispersión complica la creación de una defensa común capaz de responder a las amenazas actuales.
El desafío existencial
En su análisis, Borrell advirtió: “Somos pocos, viejos y dependientes. No es una buena receta de futuro. Hemos perdido población, capacidad industrial y autonomía”.
El mensaje refleja una realidad incómoda: Europa corre el riesgo de ser irrelevante en el terreno militar si no avanza hacia una mayor integración en materia de defensa. La advertencia se da en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y por la incertidumbre de si Estados Unidos estaría dispuesto a arriesgarse nuevamente para defender el continente.
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