El canto de la Torá.
¿O en verdad toda la Torá es un canto?
De hecho, la Torá es leída, cantada y tiene signos musicales.
Además, es un canto a la vida o para muchos la vida misma.
Moshé advierte.
Avisa como todo buen padre, advierte y previene.
Sabe que todo ser humano tiene un yetzer hará o un mal instinto muy poderoso. Persistente y recurrente.
Las cuatro fases.
a_ desobediencia
b_ castigo
c_ arrepentimiento
d_ Redención o salvación de Israel
Errar es humano, perdonar es divino. Final.
Ingresando a la hermosa festividad de Sucot, esta, también alude a una morada frágil en este mundo material.
Nuestra propia existencia es frágil, cambiante y muy inestable.
El transcurrir humano es una prueba constante a nuestra fuerza física y espiritual de adaptación. Y de nuestra tolerancia y resistencia frente a cualquier adversidad o circunstancia.
Para concluir, D’os nos otorgó un GPS o manual instructivo o guía.
La Torá es horaá o enseñanza en hebreo. Una brújula y un Norte.
Sin ella estaríamos perdidos. Con ella debemos estudiar y hurgar, nuestra vida personal y la del colectivo y analizar los hechos presentes o del pasado bajo su lupa fina, donde descubriremos yerros y aciertos, y la razón de castigos o de bendiciones.
Haciendo honor a la palabra inicial de este capítulo, Haazinu o escuchen.
Jag Sucot Sameaj!
Dr. Natalio Daitch
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