Según encuestas recientes, más de la mitad de la población judía del país ha reconsiderado su vínculo con la religión, ya sea acercándose a Dios o alejándose de las prácticas tradicionales. Muchos, como Mika Majzner, sobreviviente del kibutz Be’eri, afirman haber encontrado un nuevo sentido espiritual tras la tragedia.
Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén mostró que más del 50% de los jóvenes encuestados reportaron cambios en su religiosidad o espiritualidad desde el 7 de octubre. De ellos, uno de cada tres dijo haberse vuelto más espiritual. Los investigadores explican que el trauma colectivo generó un deseo de pertenecer a algo más grande, un fenómeno que impulsa tanto la búsqueda religiosa como el compromiso comunitario.
Los datos de la organización Tzohar, que ofrece servicios religiosos a familias seculares, también revelan un aumento notable en la participación. En 2025 se celebraron más bar mitzvás y bodas que en los años previos, lo que sugiere un renovado interés por los rituales judíos. “La gente busca significado, no necesariamente volverse observante, sino sentirse conectada con Dios”, explicó su presidente, el rabino David Stav.
Sin embargo, no todos han encontrado consuelo en la fe. Para algunos, los horrores del 7 de octubre provocaron una crisis espiritual y la pérdida de confianza en Dios. Los expertos advierten que, aunque el cambio religioso parece profundo, el tiempo dirá si esta nueva espiritualidad se consolida o si los israelíes regresarán a sus antiguas creencias.
La entrada Dos años después del 7 de octubre, miles de israelíes buscan refugio en la espiritualidad se publicó primero en Aurora Israel Noticias en Español.
