Ocho buques de guerra, cazas F-35 y más de 6.000 efectivos transformaron el Caribe en un escenario de poder militar sin precedentes. Washington habla de lucha contra el narcoterrorismo, mientras Caracas denuncia una amenaza a su soberanía.
EE. UU. intensifica su presencia en el Caribe
Una fuerza militar estadounidense sin precedentes se ha desplegado en el mar Caribe y frente a la costa de Venezuela, como parte de una ofensiva contra el narcoterrorismo que ha intensificado las tensiones entre Washington y Caracas.
El gobierno presidido por Donald Trump ordenó el traslado de buques de guerra, aviones de combate y tropas a la región, bajo el argumento de contrarrestar amenazas emanadas del territorio venezolano y atribuidas al dictador bolivariano Nicolás Maduro.
La composición del despliegue
La Marina de Estados Unidos cuenta actualmente con ocho buques de guerra en la zona: tres destructores, tres barcos de asalto anfibio, un crucero y un buque de combate litoral adaptado a operaciones costeras. Estos barcos conforman un grupo de preparación expedicionaria, transportando una fuerza significativa de Marines junto con helicópteros, aviones Osprey y jets Harrier capaces de realizar ataques rápidos.
A pesar de la falta de cifras oficiales, se sabe que los destructores y cruceros navegan con misiles de crucero Tomahawk, de alcance de varios cientos de kilómetros. Un submarino, el USS Newport News, también patrulla la región.
La ofensiva aérea
A la presencia naval se suma un contingente aéreo avanzado: un escuadrón de jets F-35B Lightning II fue avistado en Puerto Rico, junto con drones MQ-9 Reaper, capaces de transportar hasta ocho misiles guiados por láser.
Además, operan aviones P-8 Poseidon y un AC-130J Ghostrider, diseñado para ataques de precisión con artillería pesada. Bombarderos B-52 Stratofortress completan la demostración de fuerza, en lo que el Pentágono calificó como una “demostración de ataque de bombarderos”.
Reacciones internacionales
El número total de marineros y Marines supera los 6.000 efectivos, aunque se desconoce la magnitud completa del contingente.
Trump declaró que Maduro “no quiere joder con Estados Unidos” tras un incidente en el Caribe con un presunto submarino de narcotraficantes. El mandatario calificó la operación como una respuesta a una “amenaza narcoterrorista vinculada al régimen de Maduro”.
Maduro rechazó las acusaciones, denunciando los ataques a embarcaciones como un pretexto para violar la soberanía venezolana. Por su parte, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva advirtió sobre los riesgos de una “intervención extranjera” en América Latina y llamó a mantener la región como “zona de paz”.
Contexto regional
Washington sostiene que el despliegue busca combatir el tráfico de drogas. Según cifras difundidas, ha destruido varias “narcolanchas” cerca de las costas venezolanas, con un saldo de al menos 27 muertos. Mientras tanto, el régimen de Maduro realiza ejercicios militares en todo el país como respuesta al riesgo de una intervención extranjera.
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