Operación preventiva en Shebaa
El Ejército de Israel confirmó la destrucción de varias “posiciones” del grupo chií Hezbollah en el sector de las Granjas de Shebaa, una zona montañosa en el extremo sur del Líbano, en la confluencia de las fronteras con Israel y Siria.
El ataque, realizado durante la madrugada del lunes, fue descrito por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como una acción preventiva destinada a impedir la reinstalación de infraestructura hostil en el área, considerada estratégicamente sensible por su altitud y cercanía al monte Hermón.
“Las FDI seguirán actuando para eliminar cualquier amenaza al Estado de Israel”, señaló el comunicado militar, en el que se precisó que las instalaciones destruidas se hallaban en una zona donde Hezbollah habría intentado reconstituir observatorios y puntos de lanzamiento de drones.
Un frente norte bajo vigilancia constante
Aunque el alto el fuego pactado en noviembre de 2024 puso fin a un año de enfrentamientos intermitentes tras la guerra de Gaza, la frontera norte nunca dejó de ser un frente activo de inteligencia y disuasión.
Los vuelos de reconocimiento israelí sobre el Líbano se mantienen a diario, y unidades de élite de la brigada Golani y del Comando Norte patrullan el perímetro con equipos de detección de misiles antitanque.
Fuentes de defensa consideran que Hezbolá ha reducido su presencia visible, pero conserva arsenales dispersos en aldeas del sur libanés y células de observación a menos de dos kilómetros de la línea azul.
Las Granjas de Shebaa, un punto de fricción crónico
El enclave de Shebaa, ocupado por Israel desde 1967 y reclamado por el Líbano, se ha convertido en un símbolo de la disputa territorial y en un argumento recurrente para la milicia libanesa.
Su relieve escarpado y la cercanía con las fuentes del río Hasbani permiten dominar visualmente el valle de Bekaa y la meseta del Golan, lo que otorga al lugar un valor táctico excepcional.
Hezbollah suele presentar cualquier acción en esa zona como una “respuesta a la ocupación israelí”, mientras que Jerusalén sostiene que se trata de un territorio sirio tomado durante la Guerra de los Seis Días y que, por tanto, no entra en la competencia libanesa.
Tensión diplomática y advertencias internacionales
Ni el Gobierno libanés ni Hezbollah han emitido declaraciones formales sobre esta nueva incursión, aunque la ONU y la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) reiteraron la necesidad de mantener la calma y respetar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad.
Beirut denuncia que Israel conserva cinco puestos avanzados en territorio limítrofe, pese a los compromisos asumidos tras el alto el fuego.
Por su parte, Jerusalén responde que dichos puestos se encuentran en su lado de la frontera y cumplen una función estrictamente defensiva frente a movimientos de milicianos chiíes.
Equilibrio disuasivo y lecciones del pasado
El actual escenario en el norte refleja una guerra de baja intensidad: Israel evita una escalada total, pero mantiene su libertad de acción; Hezbolá preserva su narrativa de resistencia sin exponerse a un conflicto abierto.
Expertos del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv señalan que cada operación en Shebaa busca reafirmar la capacidad de Israel de proyectar poder sin romper la tregua.
En términos estratégicos, el mensaje es claro: cualquier intento de rearmar o consolidar posiciones cerca de la frontera será neutralizado antes de que se convierta en una amenaza efectiva.
Conclusión
A un año del alto el fuego, el frente septentrional sigue siendo una línea de fricción controlada, pero volátil.
La operación en las Granjas de Shebaa subraya la voluntad israelí de impedir el resurgimiento de Hezbolá en los límites del Hermón y reafirma que la estabilidad de la región depende menos de los acuerdos formales que de la capacidad de disuasión en el terreno.
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