El filósofo, historiador y escritor Yuval Noah Harari nos da la clave para desarrollarnos en un futuro que vemos cada vez más incierto. Reconocer la ignorancia será el secreto del éxito en el futuro.
El mundo está cambiando a pasos agigantados. Las principales consultorías del mundo ya afirman que en los próximos años reducirán hasta en un 20% la contratación de consultores juniors, lo que hará que la entrada de nuevos talentos al mundo laboral sea cada vez más complicada.
En este panorama cambiante, una realidad se impone sobre todas las dudas. Y es que “sabemos que muchas profesiones actuales van a desaparecer”, explica Yuval Noah Harari en Aprendemos juntos de la Fundación BBVA. Esto nos deja ante un panorama complejo y diferente a todo lo que hemos vivido en la historia, en el que lo más importante será la capacidad de aprender.
La capacidad que te asegurará un futuro
Cuando miramos al futuro nos preocupa no saber qué nos depara. Y es normal, asegura Yuval Noah Harari. Hace unas décadas, el mundo que imaginaban nuestros abuelos y para el que prepararon a nuestros padres no era tan diferente al suyo. No podíamos adivinar si habría crisis o guerras, pero los puestos de trabajo no cambiarían mucho de una generación a otra.
En el presente, el rápido avance de las nuevas tecnologías hace que no sepamos qué trabajos surgirán en el futuro. De hecho, Yuval Noah Harari asegura que es la primera vez en la historia que no sabemos cómo será el mundo de aquí a 20 o 30 años. Y, por tanto, no podemos asesorar a los más jóvenes sobre qué habilidades adquirir, o qué estudiar.
Hay algo, sin embargo, que sí podemos hacer. Es indiscutible que en un futuro cambiante, la capacidad de seguir aprendiendo es la única habilidad que puede asegurarte el éxito. Y por eso, advierte Harari, “hay que inculcarles [a los jóvenes] la importancia de seguir formándose y adaptándose a los cambios a lo largo de la vida”. Porque “la única certeza respecto al futuro es que va a haber cada vez más cambios, más grandes y más rápidos”.
El paradigma ha cambiado
Aunque suene sencillo, lo cierto es que esto plantea un importante cambio de paradigma. Porque en el pasado, lo habitual es que nos formáramos durante la juventud, y al llegar a la etapa adulta nos dedicábamos a trabajar. “Ahora”, asegura Harari, “lo que aprendiste en la juventud, cuando tengas treinta o cincuenta, ya no sirve. El mundo es radicalmente distinto. Hay que reaprenderlo todo”.
De hecho, para Harari el verdadero secreto del éxito en el fututo será aprender a olvidar. “Tienes que ser capaz de olvidar lo que crees que sabes, porque lo que crees que sabes a menudo interrumpe y dificulta que aprendas cosas nuevas”, explica.
El historiador apuesta a que puede que incluso debamos volver a aprender a andar o a hablar en el futuro, dado que el desarrollo de la realidad virtual podría hacer que cada vez dediquemos más tiempo a existir dentro de ella.
En este contexto, volver a lo esencial parece ser el secreto. Y es que para poder aprender algo, primero debemos admitir todo lo que desconocemos.
Un descubrimiento tan antiguo como la ciencia
Aprender a olvidar o, mejor dicho, renunciar a la idea de que sabemos algo es una postura beneficiosa para la mente. La propuso en su momento Descartes, con su cogito ergo sum, que nos obligaba a cuestionarnos todas las certezas de nuestra vida. El enfoque de Harari es más científico que filosófico, pero bebe de la misma fuente.
Si no asumimos que no lo sabemos todo, no podemos aprender. Ni como humanidad, ni como individuos.
“La ciencia se basa en la ignorancia”, asegura, “la gran revolución científica que dio lugar a la ciencia moderna fue el descubrimiento de la ignorancia”. Solo cuando nos dimos cuenta de que toda la verdad no estaba contenida en un libro sagrado, pudimos cuestionarnos el mundo en el que vivimos.
La sociedad del futuro deberá enfrentarse al mismo desafío. “La aptitud más importante del futuro será ser flexible, ser capaz de reinventarse una y otra vez a lo largo de la vida. Es crucial ser capaz de desprenderte de tus ideas, ser capaz de decir: ‘no lo sé’”, afirma el historiador.
La tarea no es sencilla, porque socialmente se nos ha castigado por no saber. “En la escuela, en la universidad, cuando alguien dice que no sabe algo, le ponen mala nota”, afirma el experto, “pero la capacidad de decir ‘no lo sé’ requiere mucha honestidad y valentía”. Y sin duda, será la verdadera clave del futuro.
Por: Celia Pérez León
Fuente: Cuerpomente