El fundador de Citadel reaccionó con dureza al triunfo del nuevo alcalde progresista de Nueva York, Zohran Mamdani. En Wall Street temen un giro ideológico que afecte la competitividad y la inversión en la ciudad.
El rezo de un magnate
Ken Griffin, CEO del fondo Citadel y una de las voces más influyentes del capitalismo norteamericano, no tardó en pronunciarse tras el histórico triunfo de Zohran Mamdani en las elecciones de Nueva York. Durante una entrevista en el America Business Forum de Miami, el magnate lanzó una frase que rápidamente se hizo viral en redes y despachos financieros:
“Rezo para que las políticas que utilice para gobernar sean diferentes de los argumentos que empleó para ganar. La gente de Nueva York merece algo mejor.”
El mensaje fue interpretado como una advertencia directa al nuevo alcalde y, al mismo tiempo, como una expresión del nerviosismo empresarial ante un cambio de paradigma en la ciudad que, por décadas, fue el corazón del sistema financiero global.
El miedo de Wall Street
Mamdani, de 33 años y origen ugandés-indio, representa el ascenso de una nueva izquierda urbana que busca redistribuir el poder económico desde las grandes metrópolis. Su plataforma incluye impuestos a las grandes fortunas, congelación de alquileres, servicios municipales públicos y un transporte gratuito para todos los neoyorquinos.
En los pisos altos de Wall Street, la reacción fue inmediata: preocupación y cautela. “Nueva York no puede darse el lujo de convertirse en un laboratorio ideológico”, dijo un banquero citado por Business Insider. Reuters informó que los principales fondos y corporaciones evaluarán su exposición regulatoria y esperarán señales de moderación antes de invertir en nuevos proyectos inmobiliarios o tecnológicos.
De Chicago a Miami: la cruzada de Griffin
La advertencia de Griffin no surge en el vacío. El multimillonario ya había protagonizado una polémica al trasladar la sede de Citadel de Chicago a Miami, alegando inseguridad urbana y políticas fallidas. Desde entonces, se convirtió en un símbolo de la fuga de capitales desde las grandes ciudades progresistas hacia estados con regulaciones más flexibles.
La agenda Mamdani
Entre las medidas que más inquietan al sector privado se destacan:
• Impuesto progresivo a las rentas más altas y a las transacciones financieras.
• Congelamiento de alquileres y fortalecimiento de cooperativas de vivienda.
• Creación de tiendas municipales que compitan con grandes cadenas.
• Transporte gratuito y servicios públicos bajo control estatal.
• Regulación estricta del suelo urbano para evitar especulación.
Mercados en pausa, ojos en el City Hall
Los analistas coinciden en que no habrá un efecto pánico inmediato, pero sí una pausa estratégica. Los fondos de inversión y desarrolladores esperan ver quiénes integrarán el gabinete de Mamdani y qué postura adoptará el concejo municipal antes de definir nuevos movimientos.
Tres escenarios para la nueva Nueva York
1. Moderación institucional: Mamdani suaviza sus propuestas y prioriza la gestión pragmática. Wall Street respira.
2. Confrontación abierta: impulsa su agenda original, desatando choques con el empresariado y tensiones fiscales.
3. Reinvención progresista: logra combinar redistribución y eficiencia, inaugurando un nuevo modelo urbano de izquierda moderna.
El mensaje detrás del rezo
El “rezo” de Griffin no fue una metáfora inocente. Fue una advertencia política y un test de confianza económica. Una forma de decir: “te estamos observando, y la ciudad más importante del mundo no puede darse el lujo de fracasar”. Entre el deseo de cambio y el temor a la inestabilidad, Nueva York inicia así una nueva etapa. Y el mundo -desde Miami hasta Wall Street- la mira con la respiración contenida.

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