Claves

Bernardo Kliksberg (*)

La actual es probablemente la etapa de mayor complejidad que ha vivido el planeta. Tratar de predecir se ha hecho casi imposible. El presente es muy fugaz y provisorio y se transforma rápidamente en futuro. Una de las recetas seguras para el fracaso es proyectar a partir del pasado, porque hay saltos abruptos permanentes. Hay que buscar las señales de la realidad para entender y poder actuar a favor del bien común. Se presentan sintéticamente algunas cuestiones claves para América Latina y nuestro tiempo.

Trabajo

El informe laboral de la OIT, Organización Internacional del Trabajo, (2025) concluye que pese a algunos avances “la informalidad laboral, las desigualdades de género y las dificultades que enfrentan los jóvenes para acceder a un empleo formal siguen siendo barreras cruciales para un mercado laboral más equitativo en América Latina y el Caribe”.

Según dicho informe, la población ocupada es el 58,9% y la tasa de desocupación es del 6,1%.

Por otra parte, la Dirección Regional subraya que “estamos en el mismo punto que hace diez años. El crecimiento económico se desacelera y las deficiencias estructurales en la generación de empleo persisten”.

Refiere que hay una disparidad considerable entre la participación de los hombres en la fuerza laboral, 74,3%, y la de las mujeres que es marcadamente menor, 52,1%. Hay una brecha relevante de género en las remuneraciones, se estima en un 20% y las mujeres siguen concentradas en los empleos de menor calidad.

Informalidad

Los empleos informales son el 47,6% de la ocupación total. Esto significa que casi la mitad de las personas que trabajan tienen contratos precarios, alta inestabilidad, y carecen de seguridad social.

Lo más afectados son las mujeres y los jóvenes. La desocupación de las personas de 15 a 24 años es el 13,8%, casi el triple que la de los adultos.

Las zonas rurales presentan indicadores peores que las urbanas.

Pobreza y desigualdad

El mundo actual presenta diversos interrogantes. Entre ellos un crecimiento económico mucho menor del necesario para incluir a los amplios sectores de excluidos.

Casi una tercera parte de la población de América Latina está por debajo de la línea de la pobreza. Una décima parte se haya en pobreza crítica. Esto significa realidades diarias de amenazantes problemas de supervivencia. Asimismo, el bloqueo de potencial de desarrollo de las personas. También dificultades agudas para formar familias estables.

Alianzas virtuosas

El Grupo de las 20 economías mayores lanzó una Alianza mundial contra el hambre. Existe en el mundo 646 millones con hambre severa y hay más de 2000 millones con hambre silenciosa, con insuficiencias nutricionales y malnutrición. 103 países han suscrito la Alianza lanzada. Entre los factores cruciales que la misma se ha propuesto impulsar está el ataque a causas centrales del problema como la pobreza, las desigualdades y la vulnerabilidad climática. Las tres se hayan entrelazadas.

Premios Nobel

Se entregaron los premio nobel en las áreas que estableció Albert Nobel al crearlos en 1898. El objetivo de este prominente empresario noruego fue galardonar a aquellos que hacen aportes trascendentales al mundo. Las áreas que fijó son medicina, física, química, literatura, de la paz y posteriormente se agregó economía.

Fueron distinguidos desde 1901, 1,026 personalidades e instituciones, y en economía 99 personas. Muchos tuvieron un impacto totalmente transformador. Así seguimos aplicando gran parte de los descubrimientos que hizo Albert Einstein, y la lucha contra el racismo de Martin Luther King.

Es una de las instituciones más estimulantes que creó el género humano. Falta mucho por hacer, entre los 99 economistas, solo hubo 3 mujeres galardonadas.

Un nuevo Nobel israelí

El premio nobel de economía 2025 fue otorgado a 3 prominentes economistas. Uno de ellos fue Joel Mokyr, de nacionalidad israelí y estadounidense. Se graduó en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Una de sus obras notables “Una cultura de crecimiento: los orígenes de la economía moderna”, aborda cómo las invenciones de finales del siglo XVIII y principios del XIX acabaron derivando en un crecimiento económico sostenido.

El jurado del nobel ha destacado entre otros aspectos sus contribuciones al uso de fuentes históricas para descubrir las causas por las que el crecimiento sostenido es la nueva normalidad. Ha aportado a la comprensión del papel de la innovación tecnológica en el desarrollo y a cómo se genera y reproduce. Enseña en la reputada universidad Northwestern de USA, ha mantenido siempre una conexión estrecha con Israel y con su mundo académico. Es profesor permanente de la Universidad de Tel Aviv y sigue ligado a la Universidad de Jerusalén, donde es profesor visitante.

Este premio se suma al que fue otorgado en el 2005 a otro economista israelí, Robert Robert J. Aumann por “haber analizado la teoría de juegos utilizando la idea del conflicto y la cooperación a través de la interacción estratégica”.

Concluyendo

Experiencias como la de la OIT, que integra a Gobiernos, las empresas privadas y las organizaciones laborales buscando conseguir el derecho a un “trabajo decente” para todos, ha producido y está recomendando medidas del más alto valor en esa dirección. El Grupo de los 20 ha diseñado una Alianza ejemplar. Todos y otros esfuerzos virtuosos al servicio de un mundo mejor, como lo busca el Premio Nobel. Se debe apoyarlos y redoblarlos.

(*) Asesor de diversos organismos internacionales. Doctor Honoris Causa de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Apareció su nueva obra “Hacia dónde va la responsabilidad social en el mundo” (2024, Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires). kliksberg@aol.com

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