El sacrificio de Isaac y el 7-10. Reflexión

“Y sucedió que después de estos sucesos, Dios puso a prueba a Abraham…”

Libro del Génesis 22-1 (Capítulo Vayerá)

La última prueba.

Si en verdad me amas, veamos qué pasa, si te pido el máximo de los sacrificios. ¿Y quiero saber si estás dispuesto a sacrificar lo más preciado para Ti en mi nombre?

El judaísmo y el martirio.

El objetivo de la Torá es promover la felicidad de la persona y del conjunto, por medio del cumplimiento de sus preceptos.

No somos educados para la lucha y la violencia, ni en el odio, al prójimo judío o gentil, pero a lo largo de la historia nos vimos obligados a practicarla con fines meramente defensivos.

No amamos ni anhelamos la muerte, y a diferencia de los musulmanes, y nuestros principios nos alejan de la tanatofilia (o pulsión de muerte).

Inquietud.

El judaísmo es in- quietud o no quietud. Crea responsabilidad y nos obliga muchas veces y de distintas maneras a salir de nuestra zona de confort.

Dulce y amargo.

Como en la existencia de cada persona, hay una alternancia de eventos vitales. Esto se da también en los colectivos, en la vida de las naciones y de los países.

La magnitud de cada terremoto excede nuestra comprensión y la lógica humana.

Pero la duda del obrar de Hashem, no termina matando nuestra fe en sus enigmáticos y aún podríamos afirmar en sus bondadosos propósitos. Como dice en el Zohar o libro madre de la Cábala; “la Crueldad de Dios es su misericordia”, y solo en retrospectiva se puede en parte entender.

Los reservistas acudieron prestos. 

El 7-10, mostró tragedia, pero también esfuerzos que no parecen humanos, y actos heroicos y de sacrificio sin límites.

Por alguna razón el Todopoderoso nos soltó inicialmente la mano. Pero miles acudieron al rescate sin necesidad de ser obligados.

Muchos regresaron.

Final: algunos no pudieron. ¿El final de los misterios, y donde estuvo el error?

¿Odio gratuito entre hermanos y peleas intestinas?

¿El pecado necesito su alícuota de sangre para expiación?

Para concluir, a diferencia del texto bíblico, como el primer Patriarca, un nuevo capítulo de tragedia y heroísmo se ha escrito en la historia de nuestra pequeña nación.

Hay similitudes con el Génesis y también algunas diferencias.

De todas formas, la sangre judía no les salió barata. Y por el otro lado la disposición al sacrificio, y al despertar espiritual, impresiona ser el móvil del accionar desde el cielo y no la destrucción completa del único país judío sobre la faz de la Tierra.

Dr. Natalio Daitch 

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