El avance tecnológico transformó la vida cotidiana, pero también abrió la puerta a nuevos desafíos en materia de salud. El Dr. Alfredo Firstenfeld, especialista en neurología, advirtió en diálogo con Radio Jai que el uso prolongado y sin control de computadoras, celulares y otros dispositivos digitales está generando efectos concretos tanto en el cuerpo como en el sistema nervioso.
Según explicó, las jornadas laborales que obligan a permanecer horas frente a la pantalla, sumadas al uso recreativo, derivan en problemas físicos como tendinitis, compresión del nervio cubital y el conocido síndrome del túnel carpiano. “Son lesiones que pueden llegar incluso a necesitar cirugía”, señaló el médico al describir la magnitud del problema.
Sin embargo, el impacto no se limita al cuerpo. Firstenfeld subrayó que la hiperestimulación permanente provoca alteraciones neuronales visibles. “Hay capas de neuronas que desaparecen. Esto se traduce en fallas conductuales, trastornos del sueño, irritabilidad y dificultades cognitivas”, detalló. Para los más jóvenes, la situación es especialmente preocupante: la exposición temprana favorece la adicción, el aislamiento social y problemas de conducta, además de riesgos como la epilepsia fotosensible.
El especialista reconoció que la tecnología es una herramienta indispensable, pero insistió en que su uso debe estar acompañado de criterios básicos de cuidado: pausas, actividad física, tiempos de ocio sin dispositivos y límites claros, especialmente en niños y adolescentes. “No se trata de dejar de usar computadoras o teléfonos, sino de aprender a usarlos bien”, sostuvo.
En un contexto donde la conectividad se volvió omnipresente, el llamado de atención apunta a recuperar hábitos saludables y evitar que el exceso termine impactando en la salud física y neuronal de toda una generación.
