El siervo de Abraham. Reflexión.

Entonces Abraham dijo a su siervo, el decano de su casa, que gobernaba todo lo que era de él…”
Génesis 24-2 (Parashat o capítulo de Jayé Sará)

Relación con no judíos.

La Torá es horaá o enseñanza. Y uno de los temas más delicados es el trato diario y el trabajo con personas no judías.

Se trata de un tópico muy sensible, ya que, en forma ancestral, y por lo relatado en el Pentateuco, rige una idea bastante generalizada en el ambiente no judío, que el hebreo de alguna manera, siempre le debe algo al gentil. Esto, se nota particularmente con Esav y sus descendientes, cuando vemos la trama y la mentira de Rivká y su hijo Yaakov, para poder obtener las mejores bendiciones, en el tema de la primogenitura.

Shabat Goy.

Goy de Shabbes se refiere al no – judío que hace en Shabat las tareas prohibidas para el Israelita.

Obvio, se le paga siempre por su trabajo.

No obstante, hay que tener cuidado que no se nos adhiera la idea de que podemos ordenar o hacer cualquier cosa, por el mero hecho de que este hombre recibe paga por su trabajo.

Patriarcas de ayer, Jasídicos de hoy.

Nuestros Patriarcas tenían modestia y ubicación. Abraham envía a su siervo Eliézer a buscar una esposa para su hijo Isaac. Se trata de una tarea noble, donde incluso el gentil adquiere mérito en su justa medida. La respuesta positiva a esta búsqueda, evidencia una sintonía positiva de la Divinidad con el accionar humano.

Por ende, los Padres y las Matriarcas del pueblo judío con su conducta daban testimonio, del camino a imitar y que se puede hacer y que no.

Por el contrario, aunque sean excepciones, en nuestra comunidad criolla (Argentina), vemos en ciertos casos un accionar malicioso y perverso de algunos judíos, e inclusive y para nuestra pena, jasídicos y aún rabinos ortodoxos, que buscando “el negocio” contratan abogados no-judíos para que les hagan “el trabajo sucio” e incluso prohibido por la propia ley judía.

Y es por este carril, se constituyen en un accionar mafioso, donde destacan algunos que incursionan en el hoy de moda, y muy lucrativo “negocio de las falsas denuncias”.

Bajo membrete de una Institución judía, vienen empaquetadas denuncias falsas o dudosas contra otros miembros de la kehilá. La firma corresponde a los abogados gentiles, motorizados como punta de lanza o cara visible, siempre respaldados por una entidad judía contra otros judíos.

Desde Eliézer, hasta los lacayos del presente.

Para un tópico tan sensible y urticante, el espacio generosamente concedido no alcanza. Seguramente, los delitos por comisión, junto a la omisión o desidia e indiferencia de las autoridades rabínicas o dirigenciales comunitarias, me impele a presentir, que toda injusticia entre los hebreos nos expone a calamidades como las del 7-10 o en diversos tonos. Como dicen nuestros sabios todos los judíos somos responsables el uno por el otro. Y cuando viene el castigo por diversos pecados comunitarios sean individuales o grupales, “el mashjit” o ángel exterminador no diferencia entre buenos y malos o justos y entre los que no lo son.

Final.

Según la edad de cada uno, el viejo rabinismo que estudiamos, y que nos han enseñado, y en el cual abrevamos, y del cual nos ha llenado y llena de un legítimo orgullo, ha sido de rabinos que, viviendo la mayoría en la pobreza, eran abnegados y valientes a la hora de jugarse por el prójimo. No cabe duda que, estos continuaron la huella o la senda de Abraham, y de su hijo y nieto.

Sin dejar de observar que, puede que haya mucho de aquello que muchos designan como “jesed o bondad subterránea o visible”, no debemos dejar de señalar falencias graves y una alta dosis de egoísmo y desidia que campea en nuestro frente interno.

Reitero, no es cuestión de exaltar o propugnar por nadar en la pobreza y en la carencia, pero la materialidad de cierta dirigencia no se lleva nunca bien con la espiritualidad necesaria para tareas que involucran sacrificio diario y hacia el prójimo.

Dejo aquí, picando la pelota, ya que, si hay debate, el tema interesa. Por el momento, es inconveniente ingresar en detalles, igualmente el planteo se puede ajustar a toda clase de injusticias, que se puedan apreciar en instituciones que se denominan israelitas o en colegios y /o sinagogas y comunidades.

Para concluir:

El siervo de Abraham, sabía que era participe de un noble emprendimiento, y pudo anular su propio interés personal en aras del servicio, ya que sabía que la causa era noble y justa.

Para concluir, tomemos este ejemplo, y como dice en el Cantar de los Cantares del Rey Salomón en 1:8 que expresa: “si no lo sabes, hermosa entre las mujeres, sigue las huellas de mi rebaño hasta las tiendas de los pastores, y apacienta a sus alrededores tus cabritos”.

¡Shavua Tov!

Jodesh Tov!

Dr. Natalio Daitch

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