El procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, recibió hace unas semana una distinción de la Universidad Ben-Gurión, un reconocimiento que —según afirmó— lo conmovió profundamente por su significado histórico y espiritual.
Conte Grand explicó con claridad en qué consiste su rol dentro de la estructura judicial bonaerense. “El procurador general es la cabeza del Ministerio Público”, señaló, y detalló que ese organismo reúne a fiscales, defensores y el Ministerio Público Tutelar, un diseño institucional “singular” dentro del país. Con más de 8.700 integrantes distribuidos en 20 departamentos judiciales, subrayó la magnitud de la tarea: “Es una responsabilidad que entusiasma, compleja, con un grado de intensidad muy grande”.
Respecto al funcionamiento del sistema, Conte Grand defendió la labor cotidiana de la mayoría de sus integrantes: “La enorme mayoría actúa adecuadamente y el sistema funciona”. Reconoció, sin embargo, que existen casos conocidos de irregularidades, aunque remarcó que son excepcionales frente al total. También se refirió a la percepción social sobre la inseguridad: “Ha crecido la violencia, pero los datos muestran una merma en varios delitos graves. Lo que ocurre es que los episodios son muy violentos”.
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue la crítica frecuente sobre la lentitud de la justicia. En ese sentido, Conte Grand coincidió en que es un problema estructural: “La justicia lenta no es una justicia adecuada”, afirmó. Explicó que el sistema acusatorio bonaerense busca acelerar los procesos mediante una mayor oralidad, aunque admitió que todavía persisten demoras por factores propios del sistema o por estrategias de las partes involucradas. “Trabajamos constantemente en mejorar la eficiencia y acortar los plazos procesales”, afirmó.
La entrevista concluyó con un tramo más personal, vinculado a su reciente reconocimiento por parte de la Universidad Ben-Gurión. Conte Grand expresó su emoción por el premio y destacó su valor simbólico: “Ir al desierto es buscar el contacto con Dios y buscar la ley”. Además, se definió como un católico practicante y ecuménico, comprometido con la convivencia interreligiosa: “El consenso y la convivencia son el motor de la historia y no el conflicto”.
Escuche la entrevista completa.
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