En medio de una de las elecciones más reñidas de los últimos años, el líder de la comunidad judía de Honduras, Humberto Salgado, analizó el panorama político y social del país, marcado por un virtual empate entre los dos principales candidatos, ambos descendientes de palestinos y figuras con fuerte presencia mediática y empresarial.
Salgado explicó que el escrutinio avanza lentamente y que la diferencia entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla se redujo drásticamente en cuestión de horas. “Ayer se habían contabilizado el 33% de los votos. Hoy es el 55%. Y en ese 55% la diferencia únicamente son 4.000 votos”, detalló. Según dijo, el oficialismo aparece como el gran perdedor: “Aquí el claro perdedor es el partido oficialista, el partido de Libre.”
El dirigente comunitario destacó un dato poco conocido fuera del país: la enorme presencia de población de origen palestino, unas 400.000 personas, una cifra impactante para un país de 11 millones de habitantes. Señaló que, aunque la mayoría son cristianos y plenamente integrados a la vida local, ciertos sectores han adoptado posturas extremas respecto del conflicto en Medio Oriente. “Cada vez que ha habido un problema, salen cabezas calientes de la comunidad palestina y hablan a favor de cualquier situación en la que se involucren palestinos”, recordó.
A pesar de ese peso demográfico, Salgado aseguró que tanto Asfura como Nasralla han tomado distancia de esas expresiones radicalizadas. “Ambos pretenden mantener la embajada en Jerusalén”, dijo, subrayando que, incluso con tensiones diplomáticas recientes, la relación con Israel se mantiene estable y con apoyo transversal.
Sobre la realidad interna de la comunidad judía, compuesta por apenas 400 miembros, Salgado destacó la resiliencia y el trabajo de décadas. “Hacemos un gran esfuerzo por mantener nuestra comunidad… recibimos ayuda del movimiento Masortí y del gobierno de Israel”, explicó. También recordó el peso histórico de figuras judías en la vida política hondureña, como la familia Rosenthal, activa en los partidos Liberal y Nacional.

Mientras el país espera los resultados finales —que podrían conocerse en cuestión de horas—, Salgado resume el clima en Honduras como una mezcla de incertidumbre electoral, tensión regional y una comunidad judía que, pese a su tamaño, mantiene una presencia activa. “Estamos bien. Podríamos estar mejor, pero seguimos adelante”, concluyó.
Escuche la entrevista completa.
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