El líder supremo de Irán, el Ayatolá Ali Jamenei, ofreció una enérgica defensa del uso del hiyab, en medio de una creciente tendencia de mujeres que incumplen el estricto código de vestimenta de la República Islámica, lo que ha generado críticas de los sectores ultraconservadores.
Las declaraciones de Jamenei se produjeron un día después de que más de la mitad del parlamento iraní, de mayoría conservadora, acusara al poder judicial de no garantizar el cumplimiento adecuado de la ley sobre el velo obligatorio para las mujeres.
La semana anterior, la oficina de Jamenei fue objeto de críticas por parte de algunos ultraconservadores, tras publicar en su periódico una fotografía de una mujer iraní que había muerto en la guerra de 12 días con Israel en junio. La imagen mostraba a la mujer con una gorra de béisbol, su cabello claramente visible, lo que implicaba una violación del código de vestimenta.
Durante una reunión con un grupo de mujeres, Jamenei declaró: “En la República Islámica, se ha demostrado que una mujer musulmana, que lleva el hiyab y respeta la vestimenta islámica, puede progresar más que otras en todas las áreas y desempeñar un papel activo tanto en la sociedad como en su hogar. Con esta visión, establecida en la República Islámica tras la victoria de la Revolución Islámica, nuestras mujeres y niñas han progresado en muchos ámbitos”.
El código de vestimenta, que exige a las mujeres cubrirse el cuello y la cabeza y vestir con modestia, se hizo obligatorio en Irán tras la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al Sha, respaldado por Estados Unidos.
En los últimos años, las mujeres en Irán han incumplido cada vez más el código estricto, especialmente desde las protestas a nivel nacional desatadas tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini en septiembre de 2022. Amini, una joven kurda iraní de 22 años, había sido arrestada por presunta violación del código de vestimenta.
La muerte de Amini provocó meses de agitación, con cientos de personas muertas y miles de arrestados en lo que las autoridades calificaron de “disturbios” instigados por fuerzas extranjeras.
El gobierno iraní, por su parte, se ha negado a ratificar un proyecto de ley aprobado por el parlamento en 2023 que tenía como objetivo endurecer las penas para las mujeres que no usaran el hiyab o se vistieran de forma inadecuada. Además, desde que asumió el cargo en julio de 2024, el presidente Masoud Pezeshkian ha sostenido que las mujeres no pueden ser forzadas a llevar el hiyab.
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