La ciudad entrerriana de Villaguay sumó recientemente un nuevo símbolo de identidad judía: una menorá emplazada en una de sus avenidas centrales. La iniciativa nació del impulso personal del odontólogo e investigador Ingue Arcushin, quien destacó que el proyecto fue posible gracias al acompañamiento de la Asociación Israelita Argentina de Villaguay. “La comisión me ayudó a concretar esta hermosa realidad”, señaló.
Arcushin explicó que la comunidad judía local, hoy integrada por unas 50 familias, mantiene una vida activa basada en la educación, la memoria y el vínculo con la historia de las colonias. Desde hace dos años desarrollan charlas sobre la Shoá en escuelas, un trabajo que para él es imprescindible: “El Holocausto nos lleva a pensar como judíos, como quienes nos atacaron y como espectadores. Debemos estar a la defensiva con cultura y educación”, afirmó.
El profesional repasó también la trayectoria de su familia, marcada por la migración desde Rusia a principios del siglo XX y por su posterior arraigo en Domínguez y Villaguay. Recordó los tiempos en que la ciudad tenía fuertes expresiones antisemitas, pero destacó cómo la comunidad creció, construyó su propio salón cultural y se integró a la vida local.
Además, Arcushin compartió su trabajo de investigación sobre los “manecos”, afrodescendientes que llegaron desde Brasil a mediados del siglo XIX y que formaron un caserío cercano. Rescató su memoria histórica, la convivencia con colonos judíos y la diversidad cultural que caracterizó a la zona. “Se hizo una población muy particular”, contó, al recordar incluso palabras en idish que los manecos habían incorporado.
La menorá, hoy visible en una de las calles más transitadas, se convirtió en un punto de encuentro y reflexión para los vecinos. “Me senté ahí a tomar mate y la gente se acercaba a preguntar”, relató Arcushin, convencido de que el símbolo aporta luz, diálogo y continuidad al legado judío en Villaguay.
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