Microsoft quedó bajo escrutinio en la Unión Europea tras una denuncia presentada por la organización Eko, que acusa a la empresa de procesar ilegalmente datos personales de palestinos y ciudadanos europeos utilizados para vigilancia militar israelí. La Comisión de Protección de Datos de Irlanda, donde se ubica la sede europea de la compañía, confirmó que ya está evaluando el caso.
La denuncia se presentó luego de un informe de The Guardian que afirmaba que las Fuerzas de Defensa de Israel habrían utilizado Azure, la nube de Microsoft, para almacenar registros de llamadas obtenidos mediante vigilancia masiva en Gaza y Cisjordania. Tras esa revelación, Microsoft cortó en septiembre parte del acceso del ejército israelí a determinados servicios en la nube mientras investigaba la situación.
Según Eko, nuevos testimonios internos indicarían que Microsoft habría descargado rápidamente grandes cantidades de datos de vigilancia presuntamente capturados de forma ilegal tras la publicación del informe. La organización acusa a la empresa de facilitar “vigilancia, selección y ocupación” mediante el procesamiento indebido de información sensible.
Microsoft negó haber actuado de forma impropia y sostuvo que los datos pertenecen a sus clientes, quienes decidieron trasladarlos por su cuenta. Si se confirma que la información estuvo almacenada en servidores de Irlanda y Países Bajos, la situación quedaría bajo el alcance del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que establece estrictas normas sobre el uso y protección de datos personales en la UE.
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