El jueves 27 de noviembre se marcó un hito en los 110 años de historia del Centro Unión Israelita. La sede Centro, ubicada en la calle General Alvear, fue renombrada como “Sede Rabino Felipe Yafe Z’L”.
Esta sede es un punto neurálgico de la institución, que alberga los templos Beit Israel y Jalalei Tzahal; el Espacio Aleph, con sus diversas obras; el lugar de reunión semanal de Golda y el centro de operaciones de Asistencia Social, que brinda ayuda inestimable a los más necesitados.
Este cambio de nombre es un acto de recordación y una forma de asegurar que las futuras generaciones mantengan presente el legado del Rabino Felipe Yafe Z”L, una figura fundamental que marcó un antes y un después en la Comunidad Judía de Córdoba.
¿Quién fue el Rabino Felipe Yafe Z”L?
Rabino de la Comunidad Judía de Córdoba entre 1981 y 1985, dedicó su vida a la enseñanza, al servicio espiritual y a una profunda labor académica vinculada a la memoria y los derechos humanos. Dotado de un magnetismo especial entre los jóvenes, su energía didáctica al impartir clases y conferencias lo transformó en uno de los faros que iluminaron a toda una generación.
Consolidó un estilo de liderazgo basado en la formación religiosa, la reflexión intelectual y la sensibilidad social. Su gestión marcó la vida de distintas generaciones de judíos cordobeses y argentinos, combinando la transmisión de la tradición con una mirada crítica y moderna.
Su proyecto Kivun —“rumbo”— fue emblemático: un espacio de estudio dedicado al pensamiento y los textos tradicionales hebreos, definido por él mismo como un recorrido “fundamentalmente ecléctico”. En cada encuentro, combinaba las fuentes de la literatura clásica con el comentario de los sabios de manera profunda y accesible.
Con apenas 27 años creó un estilo único y conmovedor de hacer tefilá. Compositor improvisado, la música fue siempre su lenguaje predilecto. Hinematov humanim, Shirá vetzivur y la simjá shel mitzvá eran expresiones que definían su forma de vivir y transmitir la espiritualidad.
Su mirada sensible también se proyectó hacia lo comunitario: enseñó una manera distinta de relacionarnos con el prójimo y fue quien encaminó la creación del área de Asistencia Social Comunitaria para garantizar dignidad a todos los miembros de la kehilá.
Consagró gran parte de su energía a los jóvenes: fue director del Departamento de Juventud y fundador del Centro Macabeo. Como madrij, los majanot en Río Ceballos, Unquillo y Bet El se convirtieron, bajo su guía, en experiencias místicas, espirituales y profundamente formativas.
Córdoba representó un capítulo especialmente significativo en su vida. Su última visita fue el 26 de noviembre de 2019, en el ciclo “El judaísmo en 8 frases” en Aleph, Espacio Cultural, organizado por el Centro Unión Israelita y Macabi Noar.
Este homenaje pretende ser una demostración pública de admiración y respeto hacia una persona trascendental en la vida de la comunidad. Pronunciar su nombre es traer a la memoria los cánticos aprendidos de su padre, Solis Yafe Z”L, que aún iluminan el alma y despiertan una cálida y melancólica sonrisa.
Honrar su nombre es, en sí mismo, una brajá, como lo será siempre su bendita memoria.