El pasado lunes 8 de diciembre la cantante israelí Java Alberstein cumplió 79 años. Me lo señaló Daniel Saltzman de Radio Jai Argentina donde llevo adelante una columna semanal.
Creo que es buena cosa hacer homenajes en vida. Más aún cuando alguien está al borde de su octavo decenio. Aprovecho entonces el alcance de Radio Jai para rendir este tributo.
Java Alberstein ha sido una de mis cantantes ‘de cabecera’ a lo largo de mi vida desde 1972 en adelante. Mis cantantes de cabecera se cuentan con los dedos de una mano: Serrat, Paul Simon, Leonard Cohen, Arik Einstein, y ella. Exactamente los dedos de una mano. La otra mano la reservo para los ‘grupos’: Beatles, Olimareños, Kaveret…
Hoy el homenaje es a ELLA. Lo ha cantado casi todo, pero sobre todo canta desde su feminidad, desde su intimidad, con sus letras o con letras prestadas de poetas y compositores. Canta a la tierra de Israel pero exenta de todo nacionalismo, con un toque hondo de melancolía y una pizca de fatalismo. Canta a las infancias y la inocencia (en idish y en hebreo), canta a las esperanzas, las desilusiones, los miedos, y las flores.
Como ella misma admite en su primer café-concert en los tempranos años 70 del siglo pasado, ella canta.
Mis padres la descubrieron precisamente así: en un café-concert íntimo en la antigua Yaffo, como una nueva revelación que todavía no cumplía treinta años. Compraron aquel LP en vivo, y desde entonces es la música de fondo de nuestras vidas, juntos o por separado.
Personalmente, la vi por primera vez en vivo en 1977 en la Universidad de Tel-Aviv; luego en Uruguay y varias veces en Israel.
Nunca me decepcionó. Siempre tuve la sensación que cantaba para mí. Tal su intimidad con el público.
Hoy elegimos tres temas: ‘Plegaria de Cumpleaños’, de 1971; ‘Persecución’ (‘Mirdaf’), de 1969; y ‘Hablaré Contigo’, de 1975. Ninguna de estas canciones fue compuesta por la cantante, aunque con el paso de los años su contribución propia a su repertorio aumentó muchísimo. Su discografía es enorme y merece explorarse. Sin duda, saber hebreo hace toda la diferencia. Java Alberstein se inscribe en la tradición de la ‘chanson’ donde tanto la letra como la música son determinantes, en conjunto.
Java Alberstein nunca representó, ni pretendió hacerlo, a Israel en Eurovisión.
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