A más de tres décadas del atentado contra la AMIA, la causa judicial vuelve a mostrar señales de avance. La reciente declaración de cuatro disidentes iraníes ante la Justicia francesa reactivó expectativas de cara al juicio en ausencia previsto para 2026, un proceso que podría marcar un antes y un después en la búsqueda de verdad y justicia. Así lo sostuvo Miguel Ángel Toma, ex titular de la SIDE, quien aseguró que la nueva información “ratifica lo que ya estaba probado” y confirmó que el expediente mantiene plena vigencia.
Los testimonios fueron recogidos en Francia por el fiscal Sebastián Basso junto a investigadores de la UFI-AMIA, en el marco de la causa que lleva adelante el juez Daniel Rafecas. Según Toma, se trata de opositores al régimen iraní que aportan detalles sobre la planificación del ataque. “Seguramente van a ratificar lo que ya consta en el informe y lo que a partir de ese informe avanzó y profundizó Alberto Nisman”, afirmó, aludiendo al documento que él mismo elaboró en 2003 sobre la mecánica del atentado.
En ese sentido, subrayó la relevancia de que, a tantos años del ataque, sigan apareciendo pruebas. “El dato de la actualización de la información por parte de estas personas indica que la causa sigue viva”, señaló, y agregó que el valor central de estos testimonios es que “actualizan todo lo que en su momento fue investigado” y refuerzan la acusación contra los responsables iraníes y Hezbollah.
Toma destacó especialmente la importancia del juicio en ausencia que se realizará el año próximo. “El año que viene se va a hacer el juicio en ausencia, donde se van a juzgar a los responsables tanto de Irán como de Hezbollah del atentado”, remarcó, y consideró que se tratará de un proceso histórico, comparable en su impacto al Juicio a las Juntas. Además, confirmó que podría declarar como testigo si es relevado del secreto de Estado: “En la medida en que el Poder Ejecutivo me releve del secreto de Estado, puedo decir absolutamente toda la información que está contenida en el informe de 2003”.
Sin embargo, el ex jefe de inteligencia también lanzó una advertencia en materia de seguridad. A su entender, la visibilidad del juicio podría incrementar los riesgos de nuevos atentados. “Quiero ser muy enfático: hay que estar muy alerta”, afirmó, y explicó que cuando grupos terroristas son golpeados en su zona de operaciones “normalmente tienden a llevar sus operaciones fuera de ese teatro”. En esa línea, mencionó recientes ataques con metodologías más simples y difíciles de prevenir.
Finalmente, Toma insistió en la necesidad de transparentar la información acumulada a lo largo de los años. “Sería muy importante que se publique por lo menos un extracto del informe”, sostuvo, para que los datos estén disponibles y se refuercen las pruebas que, como recordó, también fueron profundizadas por el fiscal Alberto Nisman, “a quien le costó la vida investigar y denunciar el encubrimiento”.
A más de 30 años del ataque que dejó 85 víctimas fatales, las nuevas declaraciones y el inminente juicio en ausencia vuelven a colocar a la causa AMIA en el centro de la escena, con la expectativa de que, finalmente, se avance hacia una instancia decisiva de justicia.
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El corso argentino y las cámaras de seguridad de la quinta de Olivos – Miguel Ángel Toma
