En el último día de Janucá, el profesor Natalio Steiner analizó desde Israel una agenda cargada de preocupación global: el avance del terrorismo islamista fuera de Medio Oriente, el recrudecimiento del antisemitismo en Occidente y la polémica política interna en Israel por la investigación de la masacre del 7 de octubre.
Al referirse al atentado antisemita en Bondi Beach, Australia, Steiner confirmó datos que agravan el cuadro: “Se acaba de confirmar que los terroristas no solo entrenaron en Filipinas, en campos de ISIS, sino también en Australia, en Nueva Gales del Sur, donde tenían una especie de campo de tiro”. Subrayó además que el hecho de que las granadas no explotaran evitó una tragedia aún mayor: “Si no, hoy estaríamos lamentando muchas más víctimas”.
Para el analista, lo ocurrido en Australia no es un episodio aislado. “Esto excede a Australia por lejos”, afirmó, y trazó paralelismos con otros ataques recientes: Manchester, Washington y distintos atentados contra objetivos judíos. “Estén donde estén, los judíos parecen haberse convertido en un blanco legitimado para asesinar”, advirtió, señalando que los llamados al exterminio se escuchan abiertamente en capitales europeas desde hace años.
Steiner alertó también sobre la incomprensión de buena parte de las sociedades occidentales: “Es muy difícil convencer a quien no es judío de que él es el que sigue en la lista”. En ese sentido, remarcó que el terrorismo islamista no se limita a Israel: “No solo los judíos o israelíes son el blanco, también lo es todo Occidente por extensión”.
En un duro análisis político, criticó la actitud del primer ministro australiano Anthony Albanese frente a la radicalización islamista: “Tuvo una actitud complaciente ante la radicalización islamista, antisemita, antisionista y antiisraelí en su país”. Lo contrastó con gobiernos anteriores y recordó que Australia había mantenido históricamente una identificación firme con Israel. “El que legitima el terror que sucede a miles de kilómetros, al final recibe una dosis del mismo en su propio país”, sentenció.
Al trasladar el foco a Israel, Steiner se refirió a la fuerte controversia por el intento del gobierno de impulsar una comisión investigadora políticamente designada para analizar lo ocurrido el 7 de octubre. “La idea de un gobierno que no quiera investigarse o que quiera formar una comisión que se autoinvestigue es rara, extraña, no es correcta”, afirmó.
Según explicó, la sociedad israelí necesita respuestas claras y creíbles: “Israel necesita saber dos cosas: qué fue lo que pasó antes del 7 de octubre para que no se repita, y quiénes son los responsables directos, políticos, militares y de seguridad, con nombre y apellido”. En ese sentido, fue categórico: “Con una investigación amañada no vamos a ir a ningún lado, ni le va a servir al gobierno, ni a la oposición, y peor aún, a la sociedad israelí”.
Finalmente, Steiner destacó la confirmación de los vuelos directos entre Tel Aviv y Buenos Aires a partir de 2026, financiados por Israel, y lo interpretó como un cambio estratégico necesario. “Es una vieja deuda que Israel tiene con Latinoamérica”, sostuvo, recordando el respaldo regional al nacimiento del Estado de Israel en 1948 y el potencial político, turístico y comunitario de la región.
Escuche la entrevista completa.
Ucrania judía: cuando la historia vuelve a ponerse a prueba – Natalio Steiner
Hezbollah, Rafah y la Knesset: una radiografía del complejo momento israelí – Natalio Steiner
