Quizá pocos lo recuerden, pero el terrorismo palestino ha sido el artífice de una larga cadena de muertes en Italia. Ocurrió frente a la Gran Sinagoga de Roma, en el atentado del 9 de octubre de 1982 que costó la vida al pequeño Stefano Gaj Taché. Y dos veces ocurrió en el aeropuerto de Fiumicino. La primera, el 17 de diciembre de 1973, un comando disparó descontroladamente en la terminal y luego prendió fuego a los pasajeros de un Boeing de Pan Am con destino a Teherán, causando la muerte de un total de 34 personas. La segunda, el 27 de diciembre de 1985, hombres vinculados a Abu Nidal abrieron fuego contra pasajeros que hacían cola para el registro de equipajes en los mostradores de El Al israelí y la TWA estadounidense, matando a 13 personas.
Un docufilm pretende refrescar la memoria de quienes han olvidado. Es “Fiumicino 1985 – Ataque al aeropuerto”, escrita por Luca Lancise y dirigida por Simone Manetti. Producido por Think Cattleya en colaboración con Rai Documentari, el docufilm será emitido por el servicio público el día del aniversario, pero mientras tanto se ha proyectado en la Sala della Regina del Palazzo Montecitorio. Entre otros, la investigadora Giordana Terracina, experta en terrorismo palestino que ayudó a reconstruir el contexto histórico en el que tuvo lugar el ataque, aporta un testimonio.
Como explicó el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Giorgio Mulè, ataques como el de 1985 son “ataques contra cada uno de nosotros” y “hasta que esto esté claro y el origen de todos” realmente no será posible combatir el terrorismo por la fuerza. “¿Qué diferencia hay entre el ataque de Fiumicino y el 7 de octubre?”, preguntó entonces Mullè. “Nada, porque es el mismo mensaje sistemático y redundante de odio que se repite con el tiempo.” Este es el mismo pensamiento de Federico Mollicone, presidente de la Comisión de Cultura, Ciencia y Educación de la Cámara de Diputados, según quien “ese fundamentalismo es el mismo demonio que vimos resurgir en la bárbara masacre del 7 de octubre”. Mollicone calificó el ataque de 1985 como “un desafío frontal a Occidente y a la soberanía italiana” y advirtió contra “un resurgimiento inaceptable del antisemitismo en nuestras plazas”. El ataque a Fiumicino “no llegó de repente”, observó Piero Corsini, subdirector de Rai Cultura y Educación. Para el ejecutivo de Rai, el docufilm de Manetti “no es memoria histórica, sino memoria de la historia”.
El embajador israelí Jonathan Peled también recordó el precio de sangre que nuestro país pagó al terrorismo palestino. “Italia ya ha experimentado lo que se llama la Infifada global, una violencia que pretende desestabilizar las instituciones democráticas”, afirmó. “Hoy encontramos esta dinámica en nuevas formas de intimidación y violencia, y eventos como los ocurridos en Sídney nos muestran que la amenaza no se supera y que ningún país puede considerarse inmune.”