En diálogo con Radio Jai, el analista y especialista en Medio Oriente Gabriel Ben Tasgal analizó la coyuntura regional a partir del vínculo entre Donald Trump y Benjamín Netanyahu, el futuro de la Franja de Gaza y los profundos cambios internos que atraviesa la sociedad israelí. Según sostuvo, la expectativa de una fuerte presión estadounidense sobre Israel “no se va a materializar” y responde más a deseos de ciertos sectores que a la realidad política.
Ben Tasgal explicó que la llamada “segunda etapa” del plan para Gaza —que implicaría la entrada de fuerzas internacionales, el desarme de Hamás y un gobierno alternativo— no avanzará en el corto plazo. “Yo seguro que no veo que la segunda etapa va a avanzar a corto plazo.”, afirmó, y agregó que la situación actual “le conviene a Israel”, ya que permite mantener la capacidad de operaciones militares sin la presencia de actores como Qatar o Turquía en el territorio.
En ese marco, el analista remarcó que no espera una emboscada política de Trump hacia Netanyahu. “No creo que va a ser acompañada por una presión masiva porque creo que hay una coordinación bastante clara entre Netanyahu y Donald Trump en un montón de aspectos”, señaló, aunque admitió su preocupación por la ausencia de una figura clave en el vínculo bilateral, como Ron Dermer.
El especialista se arriesgo a pronosticar un futuro próximo ataque a Irán que intenta rearmarse.
Al referirse a Hamás y al radicalismo islámico, Ben Tasgal fue categórico: “Hamás no es eliminable. El radicalismo islámico no es eliminable porque es una ideología”. En ese sentido, aclaró que Israel puede “debilitar la manifestación física de esa radicalidad”, pero que el problema de fondo es educativo e ideológico, por lo que cualquier solución real es necesariamente de largo plazo.
Para Ben Tasgal Israel se encuentra geopolíticamente, económicamente y militarmente mucho mejor que antes del 7 de octubre. En lo que hace a la sociedad israelí señala que lo que quedó suspendido por la urgencia de la guerra en el 2024 resurgió en el 2025. La identidad de una sociedad que ha cambiado su conformación constituida en su origen por una elite Ashkenazi que se expresaba en el ejército, la academia y los medios. Ese Israel de los padres fundadores no existe más. “Yo espero que las próximas elecciones no sean Bibi si o Bibi no. No puede ser que Netanyahu sea el hombre más de izquierda en su gobierno”. En tal sentido planteó que el ex primer ministro Nafatlí Bennet podría captar los votos de los que se oponen a Bibi y conformar bajo el mandato de Netanyahu un nuevo gobierno sin los factores extremistas. Afirmó con contundencia. Binyamín Netanyahu será el próximo Primer Ministro de Israel en el próximo gobierno.
Finalmente, abordó el impacto de la guerra en la imagen internacional de Israel y las diferencias culturales con Occidente. “En Occidente, la destrucción de Gaza daña la imagen de Israel, pero en Medio Oriente transmite que hay un país dispuesto a luchar contra el radicalismo islámico”, explicó. Y concluyó con una definición que resume su mirada estratégica: para Israel, en el contexto regional, “es más importante que nos tengan miedo que tener un buen titular en Europa”.
Escuche la entrevista completa.
La ventana de oportunidad de Israel para frenar el avance nuclear de Irán – Gabriel Ben Tasgal
