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Resumen de la Parasha
Moshé pone ante el Pueblo una bendición y una maldición, aclarando que la bendición sería válida si los Benei Israel cumplieran los Mandamientos del Eterno y, caso contrario, la maldición sería válida si se desviaran de Su camino. El Pueblo, con su comportamiento, elegiría entre observar o rechazar Sus leyes.
Una vez entrados a Eretz Israel, se llevaría a cabo una ceremonia en el monte de Gerizim donde pronunciarían la bendición, y otra en el monte de Eval donde pronunciarían la maldición, y en su transcurso se informarían las consecuencias de la bendición y la maldición.