A la vez que la Haftará nos enfrenta con un momento difícil de la vida, contiene hermosas palabras y pensamientos.
David siente que ha llegado el momento de su muerte, “me voy por la senda de todos los moradores de la tierra”…. Con estas palabras es que va a dejar en manos de Shlomó el trono y el futuro de Israel, con humildad, a pesar de ser un rey va a correr la suerte de todos los seres vivos.
Lo que le transmite a su hijo es sabiduría, paz, que no pelee como él, que haga un camino diferente, en todo caso, que preste atención a los errores que cometió y a las consecuencias que eso tuvo.
HAFTARÁ VAIGASH – EZEQUIEL: 37:15-28
Y júntalos uno con el otro como una sola vara, y serán uno en mi mano
Ezequiel fue un profeta hijo de sacerdote y probablemente sacerdote él también. Vivió en los días del exilio, se supone que residía en Babel.
Tuvo la terrible experiencia de vivir la destrucción de Ierushalaim, a él pertenecen las profecías de la “carroza celestial”, Majaseh Mercaváh, como la de Hajatsamot Haieveshot, la de los huesos secos, que nos habla de la resurrección y el renacimiento del pueblo de Israel.
Y de algún modo se hace presente en esta haftará.
Haftará Miketz – Zacarías 2:14-4:7
Esta semana leemos una historia que casi todos hemos escuchado alguna vez. Inclusive, la he visto satirizar en Los Simpsons (temporada 10, episodio 18) y hasta diría que es una de las más famosas por la cual aprendí el concepto de justicia “Salomónica”.
Esta es la famosa historia en donde dos mujeres se presentan frente el Rey Salomón. Ambas acusan ser la madre del mismo bebé. A lo que el Rey propone dividir al bebé por la mitad y que ambas partes se lleven lo que les corresponde. En ese momento, una de las dos mujeres reacciona pidiendo que, por favor, no le hagan nada al niño, que si es necesario lo tenga la otra mujer, pero que no lo lastime.
Haftará Vaieshev – Amos 2:6-3:8
Esta es la Haftará que acompaña a la parashá de los sueños de Iosef.
Amós, que vivió en el siglo VIII aec, no se consideraba a sí mismo como un profeta sino más bien como un criador de ganado y un dueño de sicomoros. Su amplia profecía lo muestra muy sensible a cualquier tipo de crueldad, poniendo el acento en las transgresiones y en el maltrato del hombre por el hombre y antepone a esto los preceptos de la Torá en nombre de D’s.
“Si Israel no vive de acuerdo a la Torá no es mejor pueblo que los etíopes o los filisteos”.
Haftarat Vaietzé
Nuestro profeta vivió en la época del reinado de Joroboam II, entre los años 786-746 a.e.c.
Fue el primero de los llamados profetas menores, pero a la vez el mayor de los tres profetas contemporáneos a él: Amós, Isaías y Mijá.
Este período fue un momento de degradación moral y religiosa, llevaron a Oshéa a considerar los bienes materiales como la idolatría misma en esos momentos.
La profecía de Oshea es una de las más difíciles de interpretar de todo el Tanaj. Se lo considera el profeta de la justicia y el amor, tomando tal como otros profetas lo hicieron, la idea del intenso amor entre D’s y el pueblo de Israel, como una especial pareja de esposos.