Else Lasker Schüler
Era la estrella rutilante del Berlín literario antes de la Primera Guerra Mundial, el imán del Café des Westens para escritores, pintores y editores. La adoraba gente tan diversa como Karl Kraus, Franz Werfel y Paul Klee; Thomas Mann y su hermano Heinrich Mann, igual que Hugo von Hofmannsthal mantuvieron una larga correspondencia con ella. Para Georg Trakl, Franz Marc o Alfred Kubin directamente representaba la esencia de su revolución cultural, el expresionismo, que como movimiento recibió decisivos impulsos de su obra literaria y pictórica.
La poesía de Else Lasker-Schüler tuvo un impacto en la sociedad alemana de la época guillermina que hoy parece inimaginable.