DANIEL RABINOBICH: “HAGAMOS LA RISA Y NO LA GUERRA”

Escribano, actor y músico. Miembro fundador de Les Luthiers.
El 18 de noviembre de 1943, en la ciudad de Buenos Aires, nacía la alegría, ese día el humor se ponía de pie para recibir a “Daniel Rabinovich”. Su nombre completo “Daniel Abraham Rabinovich Aratuz” aunque su verdadero apellido paterno era Halevy. su bisabuelo que llegó a Argentina desde Besarabia (hoy Moldavia) no había hecho el servicio militar porque era rabino, por lo cual compró un documento de un muerto -de apellido Rabinovich- para poder salir de su país.
“De chico, me crie en el Palacio de los Patos, un complejo de viviendas ubicado en Ugarteche y Las Heras, en Buenos Aires, donde viví hasta los 18 años”, recordaba Rabinovich, conocido como Neneco, apodo que recibió en su infancia. “Allí había varios folcloristas, que me dejaban asistir a sus reuniones. Fue donde por primera vez escuché a cantar a voces y tocar la guitarra”. Pero la música había estado presente en su hogar desde su nacimiento. Su madre había estudiado piano, y su padre -un abogado penalista que defendió a personalidades como Hugo del Carril y Tita Merello- tenía el hábito de cantar y silbar tangos.
Desde los 7 hasta los 13 años estudió violín. “A partir de los 14, empecé a estudiar guitarra con José María de los Hoyos. Quería tocar como Ernesto Cabeza, el guitarrista de Los Chalchaleros” decía Neneco. En sus años de colegio secundario, formó un grupo folclórico que se llamó “Los Amanecidos”.
A los 18 años, mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires, ingresó al Coro de la Facultad de Ingeniería, donde conoció a Gerardo Masana y los demás futuros integrantes de Les Luthiers. Con ellos participó en la puesta en escena de Il Figlio del pirata (1964) y la “Cantata Modatón” (posteriormente llamada “Laxatón”), en 1965. Luego intervino en “I Musicisti”, y fue uno de los cuatro integrantes que se separaron del grupo en 1967 para fundar “Les Luthiers”. Pese a conseguir el título de Escribano Público en 1969, se decidió por la música, junto a Masana, Mundstock, Núñez Cortés, Puccio, Maronna y Acher llenaron de magia música y humor la vida de tres generaciones. Teatralmente el más preparado y extrovertido, y fue uno de los miembros del grupo humorístico argentino con mayor renombre internacional y más popular (con Marcos Mundstock). Tenía la capacidad de cambiar la mirada de dirección y conseguir que todo el público se percatara de ello. Sus cualidades no eran escasas, tocaba guitarra y violín, además de instrumentos informales como el “bass-pipe a vara” o el “calephone”. Sus monólogos disparatados y llenos de juegos de palabras quedaron guardados para siempre en las vitrinas de lo mejor del arte escénico, y también sus gestos de histriónica elegancia o sus canciones melodiosas de formalidad irreprochable y de letras hilarantes. 
Paralelamente a Les Luthiers, efectuó algunas incursiones actorales en cine y televisión. Trabajó en “Espérame mucho”, de Juan José Jusid (1983). También participó como actor en las miniseries “Los gringos” (1984) y “La memoria” (1985), ambas dirigidas por David Stivel. Y actuó en la telenovela colombiana “Leche”, dirigida por Victor Mallarino.
Posteriormente participó en un episodio de la serie televisiva “Tiempo final” (2002) e hizo el papel de Néstor Craken en la serie “La familia potente” (2003). Intervino en ciclos de humor “Peor es nada” y “La Argentina de Tato”.
En 2011 participó, junto con Marcos Mundstock, en la película “Mi Primera Boda”, en “Extraños en la noche”. Y en 2014, en “Papeles en el viento”.
También incursionó en la escritura. Es autor de los libros “Cuentos en serio”, con prólogo de Juan Manuel Serrat, y “El silencio del final”, nuevos cuentos en serio. En sus últimos años estaba escribiendo una novela.
En 2017, se publicó el libro “Neneco”. Daniel Rabinovich más allá de Les Luthiers (Editorial Planeta), escrito por el periodista Pablo Mendelevich.
Falleció en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, a los 71 años, el 21 de agosto de 2015, debido a un cáncer con que venía luchando en los últimos años.

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