El gobierno de Biden presiona a Israel para que vuelva a ser miembro de la UNESCO.

La administración Biden está presionando a Israel para que reanude su participación en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, según ha informado Israel Hayom este fin de semana.

Estados Unidos e Israel se retiraron de la UNESCO en 2019 citando la creciente preocupación de que la organización fomenta el sesgo anti Israel.

Israel “no será miembro de una organización cuyo objetivo es actuar deliberadamente contra nosotros, y que se ha convertido en una herramienta manipulada por los enemigos de Israel”, dijo entonces el embajador israelí ante el enviado de la ONU, Danny Danon.

La organización, con sede en París, ha sido denunciada por sus críticos como un crisol de prejuicios antiisraelíes tras una serie de decisiones desconcertantes en las que se cuestiona la presencia israelí en Jerusalén, se nombran antiguos lugares judíos como patrimonio palestino y se concede la condición de miembro de pleno derecho a la Autoridad Palestina en 2011.

Aunque la retirada fue principalmente de procedimiento, supuso un duro golpe financiero para la UNESCO, cofundada por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial para fomentar la paz.

Estados Unidos aportaba el 20% de la financiación de la agencia, pero el presidente Barack Obama suspendió los pagos en 2011, cuando la Autoridad Palestina se convirtió en miembro de pleno derecho, de acuerdo con la legislación estadounidense.

El mes pasado, Biden comenzó a explorar su regreso a la UNESCO, con funcionarios de la administración diciendo que permitiría a Washington promover otros intereses estadounidenses.

Como parte de estos esfuerzos, el Comité de Asignaciones del Senado está tratando de idear la forma en que Washington, que debe a la UNESCO más de 500 millones de dólares, podrá canalizar el dinero a través de una exención especial, permitiendo así que Estados Unidos vuelva a ser miembro.

Sin embargo, según Middle East Monitor, para que se convierta en ley, la exención tendría que ser aprobada tanto por el Senado como por la Cámara de Representantes, y las posibilidades son escasas.

La cuestión de la reanudación de la pertenencia de Israel a la UNESCO habría sido abordada por varios funcionarios estadounidenses en conversaciones con sus homólogos israelíes, ya que contribuiría a facilitar la tramitación del proyecto de ley.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, también planteó la cuestión durante su visita a Israel la semana pasada.

Fuentes de Jerusalén afirmaron que el gobierno aún no ha respondido a EE.UU. sobre el asunto.

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