Simjat Toráh

¡Quédate conmigo un poco más!

En el transcurso de la fiesta de Sucot, en la época del Gran Templo, todo el pueblo de Israel se dirigía a la ciudad de Ierushalaim, tal como se realizaba también en Pésaj y en Shavuot, con el objetivo de rendir homenaje al Todopoderoso.

Sin embargo, luego de los siete días de Sucot, llega a nosotros otra festividad, “Shmini Atzeret” ¿Qué se conmemora en esta ocasión? ¿La salida de Egipto? ¡No! ¿La entrega de la Toráh? ¡No! ¿La permanencia del pueblo en cabañas? ¡Tampoco!, ¿Pues entonces que se celebra? La respuesta puede sorprendernos.

La verdad, es que no se celebra nada en particular, simplemente Di-s nos “solicita” que nos quedemos un tiempo extra junto a Él, ya que no desea despedirse tan pronto de nosotros, su amado pueblo, y nos pide que nos quedemos en Su casa, en Ierushalaim y en el Bet Hamikdash (el Gran Templo), solo un momento más. ¡Esto no es más que una demostración del inmenso cariño que tiene el Todopoderoso por nosotros!

Por otro lado, en el segundo día de esta festividad (en la diáspora), festejamos también “Simjat Toráh”. Este, es el momento en el que se termina la lectura anual de la Toráh,  siendo un día muy especial, debido a que lo que nos distingue de los demás pueblos es nuestra sagrada Toráh, es ella la que nos marca nuestra identidad y nos hace especiales, junto a la tierra de Israel y todos los preceptos que nos fueron entregados.

Por ese motivo, en todos los Templos y comunidades se congregan hombres, mujeres y niños, se sacan todos los rollos de la Torá, y se baila con ellos con pasión, entusiasmo y desbordante regocijo.

Demos, entonces continuidad a la alegría, que nos acompañará, Di-s mediante, durante  todo el resto del año.

Mensaje del Gran Rabino de AMIA Gabriel Davidovich

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