“La historia de Purim es un valioso ejemplo de cómo el Todopoderoso maneja el desarrollo de los eventos de las personas, incluso en situaciones donde no se evidencia su accionar. De hecho, el “Tratado de Ester”, donde se narra este relato, es el único libro de la Biblia que no menciona a Di-s ni una sola vez.
La narración transcurre en la antigua Persia, por entonces gobernada por el Rey Ajashverosh, que decide realizar un gran banquete para demostrar su poder e influencia. Esta celebración, culmina con la decisión del monarca de matar a la Reina Vashtí, por no cumplir con sus deseos y por avergonzarlo públicamente.
Luego de un tiempo, le aconsejan al Rey buscar una nueva Reina y es allí cuando es elegida Esther, una joven judía que ocultaba su verdadero origen.
Mientras tanto, se nos relata el odio visceral que sentía Haman, primer ministro del Rey, por Mordejai y por todo el pueblo judío, quien logra convencer al monarca Ajashverosh de firmar un edicto de exterminio de todos los judíos del reino.
Es en aquel momento la Reina Esther arriesgó su vida al presentarse frente al Rey, con los peligros que esto tenía aparejado, enfrentando a Haman y logrando que el monarca revierta el decreto de muerte y la destitución del malvado ministro.
Sin dudarlo, la Reina Esther y Mordejai, junto a todo el pueblo judío, que se encontraba disperso por todo el reino, intentaron revertir el decreto a través de sus acciones, y entregando sus corazones a Di-s, logrando de esta manera salvarse de la aniquilación.
Acontecimientos aparentemente fortuitos y múltiples coincidencias se extienden por todo el relato. Solamente para nombrar algunas, encontramos la increíble elección de Esther como Reina, entre incontables candidatas de centenares de naciones, y la sorprendente “casualidad” que le permite a Mordejai estar justo en el lugar indicado para salvar la vida del Rey Ajashverosh.
Estas “coincidencias” son las que finalmente, de manera inesperada, terminan siendo las bases para que la situación del pueblo judío cambie completamente y logre salvarse de una aniquilación casi segura.
Es mi deseo que todos podamos aprovechar esta festividad para percatarnos de los milagros que nos rodean aunque no estén a simple vista de nuestros ojos y que valoremos cada momento de nuestras vidas junto a nuestras familias”