Hoy se conmemora el 28 aniversario del atentado a la Embajada de Israel, un hecho monstruoso cuyo recuerdo sigue latente en la memoria de los sobrevivientes, de las familias de las víctimas y en la comunidad judía. Una herida que cada marzo vuelve a abrirse para exigir lo que en un cuarto de siglo no hubo: Justicia por las victimas.
El ataque terrorista a la Embajada de Israel en Argentina ocurrió un martes 17 de marzo de 1992 y dejó un saldo de 22 muertos y 242 heridos.
El atentado destruyó completamente la sede de la Embajada y del Consulado, ubicados en los números 910 y 916 de la calle Arroyo de la ciudad de Buenos Aires. El atentado fue investigado por la Corte Suprema de Justicia, sin identificar ningún sospechoso y sin que se haya elevado la causa a juicio.
El ataque terrorista se produjo a las 14:45 cuando un furgón Ford F-100 conducido por un terrorista suicida fue cargado con explosivos y estrellado contra el frente del edificio de la Embajada de Israel, localizado en la esquina de Arroyo y Suipacha, destruyendo de inmediato la Embajada, el Consulado, una iglesia católica y una escuela aledaña.
Se trata del ataque más feroz llevado a cabo contra una misión diplomática israelí y se cree que los autores, que nunca fueron encontrados por las autoridades nacionales, ingresaron al país a través de la llamada “triple frontera”, el área donde confluyen las fronteras de Argentina, Paraguay y Brasil.
El acto por el 28° aniversario del atentado, previsto para hoy, se realizará de forma online a las 14:50 horas, cuando se realizara un homenaje en las redes sociales para recordar a las victimas del atentado.