Mientras la UNRWA alardea de sus servicios a los refugiados palestinos y demanda donaciones, los refugiados palestinos del Líbano acusan a la agencia onusina de no hacer nada para ayudarles a afrontar la amenaza del coronavirus.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) proclama que está «en la primer línea de frente en la respuesta al covid-19», y sus funcionarios andan pidiendo donaciones para los refugiados palestinos. Según un comunicado que emitió el pasado día 5:
La UNRWA está haciendo su parte en el aplanamiento de la curva y ha puesto en marcha una serie de medidas de prevención y control en su campo de operaciones que incluyen la expedición de productos higiénicos y de protección para su personal, la distribución de folletos educativos entre los refugiados, la esterilización frecuente de los campamentos e instalaciones de la organización y el apoyo a los estudiantes que están en sus casas a través del programa Educación en Situaciones de Emergencia. En la UNRWA estamos comprometidos con el suministro de ayuda de emergencia y el mantenimiento de servicios esenciales como la provisión de alimentos, educación y atención primaria a los millones de refugiados palestinos que dependen de nosotros, pero para ello necesitamos su ayuda.
Mientras la UNRWA alardea de los servicios que presta a los refugiados palestinos y reclama donaciones, los refugiados palestinos del Líbano acusan a la agencia onusina de no hacer nada para ayudarles ante la amenaza de la pandemia del coronavirus.
Quienes se estén pensando hacer una donación a la UNRWA deberían escuchar antes a los líderes de los palestinos del Líbano que la están acusando de negligencia y de incumplir sus promesas.
Las denuncias palestinas contra la UNRWA son embarazosas para la dirección de la organización y dejan al descubierto sus intentos de confundir a los donantes para convencerles de que están haciendo un esfuerzo hercúleo por asistir a los refugiados en el Líbano.
Las acusaciones palestinas se producen luego de que un informe publicado el año pasado detallara los abusos de autoridad del equipo directivo de la organización. El documento, de 10 páginas y preparado por el comité ético de la propia OMS, alude a «informaciones creíbles y corroboradas» de que miembros de un «núcleo duro» de las altas esferas había incurrido en abusos de autoridad y nepotismo, suprimido disensiones legítimas, etc., para provecho propio.
El informe concluía que la conducta de los altos cargos representaba «un enorme riesgo para la reputación de Naciones Unidas» y que «su inmediata destitución debería ser cuidadosamente considerada».
Sin embargo, parece que un año después la UNRWA aún no ha extraído las conclusiones pertinentes de las denuncias de que sus jerarcas practican el nepotismo y se comportan con gran negligencia. Al menos eso es lo que están diciendo los palestinos del Líbano.
Un grupo denominado Liderazgo para la Alianza de las Facciones Palestinas en el Líbano ha acusado a la UNRWA de «procastinación y negligencia» al abordar la pandemia del coronavirus y amenazado con incrementar las protestas en los días venideros si la agencia no «asume sus responsabilidades para con los palestinos».
El referido grupo condena el «fracaso» de la UNRWA a la hora de responder a las peticiones palestinas de ayuda urgente. «Iniciamos una reunión con la dirección de la UNRWA en el Líbano y demandamos que la agencia acelerara la ayuda necesaria para los refugiados palestinos», manifestó.
La Administración de la UNRWA prometió contactar con donantes potenciales de ayuda y préstamos, pero no ha habido nada. La dirección de la UNRWA ha mostrado que ha fracasado deliberadamente en el cumplimiento de sus promesas de asegurar fondos para la ayuda, incluso ha rebasado el límite de tiempo que pidió.
El grupo de marras añadió que el fracaso de la UNRWA es una «clara indicación de su indiferencia y menosprecio para con los refugiados palestinos, que padecen miseria, hambre y enfermedades, de manera acusada desde que la administración de la UNRWA no afrontó con seriedad la pandemia del coronavirus».
Munir al Maqdah, alto cargo de Fatah en el Líbano, acusó a la UNRWA de «evadir sus responsabilidades» y afirmó no entender por qué no mandaba equipos especializados a los campos de refugiados para ayudar a sus residentes a prepararse frente al brote del coronavirus. «Estamos ante una amenaza inminente, y si el virus se extiende será una auténtica catástrofe», advirtió. Asimismo, denunció que la UNRWA no se había gastado los 5 millones de dólares que había destinado a asistencia a la infancia para ayudar a los propios niños de los campos a afrontar las consecuencias negativas del coronavirus, y añadió:
El hambre llama a nuestras puertas y nuestra gente vive en la miseria (…) mientras la tasa de desempleo subió del 60 al 80% tras el brote del coronavirus.
Salah Yusef, miembro del Frente para la Liberación de Palestina, otra facción presente en el Líbano, lamentó que la UNRWA «no haya hecho nada pese a los repetidos llamamientos desde el inicio de la crisis». La UNRWA, dijo, «debe asumir sus responsabilidades y procurar ayuda y empleo a los palestinos».
Aymán Shanaah, representante de Hamás en el Líbano, también ha criticado a la UNRWA:
Hemos emprendido un amplio diálogo con [la UNRWA] desde el inicio de la crisis, pero aún no hemos conseguido los resultados deseados, ni en términos sanitarios ni en términos de ayuda.
El oficial de Hamás dijo que la UNRWA no ha procurado material de protección ni desinfectante a los campos palestinos. Y que no había dado los pasos necesarios para proveer ayuda financiera:
La UNRWA debe asumir sus responsabilidades en materia de ayuda financiera para evitar un inminente estallido social.
La UNRWA manifestó que necesita con urgencia 14 millones de dólares para responder a la pandemia por espacio de tres meses. Según Christian Saunders, comisionado general interino de la organización:
Las condiciones de vida en espacios congestionados, el estrés físico y mental y años de conflicto han hecho vulnerable a una población de más de 5,6 millones de refugiados palestinos, particularmente expuesta a la amenaza del covid-19. Los Gobiernos y autoridades [de los países donde operamos] han anunciado una serie de medidas para afrontar la expansión del covid-19, que la UNRWA seguirá y tendrá en cuenta en sus actividades.
Mustafá al Sawaf, analista político residente en Gaza, afirma que la UNRWA ha fallado a la hora de ayudar a los refugiados palestinos. «Era de suponer que la agencia se movería rápido, sin demora, para ayudar a los palestinos; pero no los ha ayudado».
Por su parte, el activista libanés por los derechos humanos Riad Isa ha asegurado que la UNRWA lleva años fracasando en la asistencia a los refugiados palestinos, que el problema no arranca con el brote del coronavirus. «La crisis no tiene que ver con la falta de fondos», dice. «Los palestinos llevan años quejándose de la falta de servicios de la UNRWA. Y aún no hemos visto a la UNRWA hacer nada en el Líbano para prevenir la expansión de la enfermedad».
Si los palestinos están diciendo que la UNRWA lleva años sin ayudarles, ¿por qué los jefes de la agencia están apelando a los donantes para que les envíen urgentemente ayuda financiera? ¿Son conscientes los donantes de las quejas de los palestinos, pedirán explicaciones a la UNRWA sobre el destino que está dando al dinero? Si la UNRWA no es capaz de ayudar a los palestinos en plena pandemia, ¿por qué sigue pidiendo a la comunidad internacional que le inyecte millones de dólares?
Última preguntas que esperan respuesta: ¿qué hay de la responsabilidad del Gobierno libanés y de los Estados árabes para con sus hermanos palestinos residentes en el Líbano? ¿Por qué un árabe residente en un país árabe necesita la ayuda de una agencia de la ONU o de cualquier otro actor internacional? ¿Cuándo asumirán los Gobiernos árabes que alojan palestinos sus responsabilidades y les procurarán el más básico de los servicios, la atención médica primaria?
El pueblo palestino está atrapado: los árabes parecen pasar de ellos, mientras se diría que la UNRWA se preocupa exclusivamente de recaudar fondos para pagar a sus trabajadores y directivos.