Gran Sinagoga de Roma
Italia es uno de los países del mundo más afectados por el coronavirus y eso impactó en la comunidad judía de ese país: aunque se estima que la cantidad de muertos es relativamente baja, calculada en pocas decenas, los efectos económicos fueron devastadores para cientos de familias judías.
Desde los servicios de asistencia de las comunidades judías italianas indican que se trata de una cifra que se multiplicó por diez, y que 600 familias atraviesan una profunda crisis desde el estallido de la pandemia que en Italia provocó alrededor de 28.000 muertes.
Buena parte de esos pedidos de ayuda llegaron desde Roma, capital del país y que cuenta con la colectividad judía más numerosa. Allí muchas familias se dedican al comercio y sus pequeñas tiendas están cerradas desde comienzos de marzo, lo que se trasladó rápidamente a una necesidad de ayuda para la compra de alimentos.
“La situación es dramática, definitivamente estamos al borde del colapso, no tenemos la capacidad de apoyar a tantas familias al borde del hambre”, expresó Ruth Dureghello, presidenta de la comunidad judía de Roma, quien estima que la situación seguirá siendo difícil aun cuando se reabra el comercio.
Dureghello contó que la organización que preside distribuye dos veces por semana paquetes de alimentos por un valor de 100 euros y asiste a las familias que precisan ayuda para el pago de alquiler, agua o electricidad. “Además del dolor por las muertes y la preocupación por la salud de nuestros seres queridos, muchos perdieron sus empleos y no pueden mantenerse por sí mismos”, relató.
“Antes de la crisis apoyábamos a más de 200 familias, hoy ya tenemos más del doble y cada día recibimos nuevas solicitudes”, completó la dirigente comunitaria.
Abraham Dayan, rabino de las comunidades de Venecia y Livorno, calcula que 500 judíos viven en cada una de esas ciudades y que hacía mucho tiempo que los servicios de asistencia no tenían tanto trabajo. “En los últimos dos años no habíamos tratado con familias necesitadas, pero esa situación cambió con el coronavirus”, describe.
“Para Pésaj distribuimos canastas de alimentos a 40 familias y la semana pasada ya subió a 70”, detalló sobre la tendencia en alza de los pedidos de asistencias. Uno de ellos, un israelí que hace unos años se mudó a Venecia y cuya identidad pidió ser reservada, contó que “desde finales de febrero no tenemos ingresos”. Director de una galería de arte junto a su esposa, alertó que en la ciudad “no hay turismo ni se reanudará en las próximas semanas”.
“El mes pasado nos vimos obligados a solicitar asistencia a la comunidad judía. Es la primera vez en nuestras vidas que buscamos ayuda para la compra de alimentos y el pago de facturas”, contó con mucho pesar.
Ante esta situación diversos donantes israelíes, organizaciones sionistas, la Agencia Judía y otras instituciones afines comenzaron a recaudar fondos para asistir a los judíos italianos. “El judaísmo italiano siempre estuvo junto al Estado de Israel, y ahora es nuestro momento de ayudar a ellos en esta situación de colapso”, manifestó uno de los que lidera esta iniciativa de recaudación.
“Las comunidades judías no tienen la capacidad de ayudar a todas las familias, y nuestro primer objetivo es fortalecer a las instituciones comunitarias para que puedan asistir a los más perjudicados”, comentó uno de los impulsores de este proyecto sobre la estrategia de asistencia desde Israel.
Fuente: Ynet